Hasta hace escasamente una semana, el panorama parecía aclararse para el Real Oviedo. El irregular inicio de temporada se achacaba en una buena medida a la poca suerte con las lesiones y la elevada nómina de futbolistas que Bolo tenía en la enfermería. Poco a poco se ha ido aliviando y todo apuntaba a que frente al Ibiza en la sexta jornada, se podría iniciar la mejoría y el despegue. Sin embargo, no fue un buen partido y más allá de la derrota, el equipo adoleció de los mismos problemas de antes. Lo mismo ocurrió hace pocos días con el Lugo, aunque en un partido sin goles.
En el club preocupa cada vez más esa falta de acierto. Pero vuelve a preocupar nuevamente las lesiones. Frente al Ibiza cayó Borja Sánchez, al que no se espera hasta bien entrado Octubre. Se perdió el partido de Lugo; se perderá el del domingo frente al Cartagena y es muy probable que también el siguiente en La Romareda. A partir de ahí, en una semana que tendrá tres partidos, el horizonte de su regreso queda abierto, aunque no sería descartable
Pero al talentoso canterano ahora se une la lesión de Koba en el Anxo Carro con una rotura de fibras. El francés era una de las notas más frescas de este arranque de temporada carbayón. Su capacidad para ser un mediocentro total había quedado ya patente. Aunque aún le faltaban minutos, tanto él como a Montoro para formar una pareja que, sobre el papel, tiene potencial de ser de las mejores de la categoría. Pero para ver eso habrá que esperar. Al menos, un mínimo de cuatro partidos.
El jugador cedido por el Valencia no estará en las próximas tres o cuatro semanas. Esto le hará perderse los duelos frente a Cartagena y Huesca en casa; además de las visitas a Zaragoza y Albacete. Si todo va bien en su recuperación, el duelo de la jornada 12 en el Carlos Tartiere frente al Málaga podría ser el de su vuelta al equipo. Una vuelta que en el cuerpo técnico cuentan los días para que se produzca mientras buscan otras soluciones.