Los García mantienen viva la maldición de Anduva
Dos goles en los últimos minutos dejan a la UD Las Palmas, que nunca ha ganado en campo del Mirandés, con la miel en los labios (3-3)
La tradición dicta que un rey nunca debe doblegarse ante nadie, pero ¿qué pasa si alguien se revela? García Pimienta y sus pupilos ostentan actualmente el trono de plata del balompié español, pero durante años no fue así. Una, dos, tres, cuatro, cinco y hasta seis veces se arrodillaron en Anduva pidiendo clemencia. Ahora que ya son monarcas, la historia no ha cambiado. El Mirandés pareció rendir pleitesía ante un conjunto canario vertical, estratega y muy incisivo, pero se guardó el golpe final. Cuando parecía que, por primera vez y tras seis intentos fallidos, la UD Las Palmas conquistaría Miranda de Ebro, Manu García y Raúl García se encargaron de aguar el viaje de vuelta a Jonathan Viera y compañía.
Plantando cara al rey
Recibir la visita de un rey siempre intimida. Francisco Javier García Pimienta y sus discípulos hicieron las maletas con dirección Miranda de Ebro con la cabeza alta, cetro en mano y un porte regio. Sus números esta temporada eran de escándalo: no conocían la derrota, tan solo habían recibido un gol y venían de dejar en el suelo a un rival directo con el Granada. El técnico catalán no veía necesario cambiar ni un ápice de sus estratagemas.
No obstante, este sábado tenían enfrente a un Mirandés oxigenado. A pesar de encontrarse en la zona de descenso, el equipo dirigido por Joseba Etxeberria conquistó su primer triunfo la semana pasada. El Zaragoza llegó a Anduva pensándose que podría llevarse fácilmente el botín, pero se dio de bruces con la realidad. Con la moral renovada, segundos tardó Raúl García en buscar la portería, aunque su disparo impactó con el lateral de la red.
El teatro del dolor
La insolencia rojilla dibujó una mueca en el rostro de García Pimienta. Sabía que iba a vivir una tarde para el recuerdo. Tras el susto inicial, la UD Las Palmas empezó a desplegar un juego vertical que dejó sin aire a los locales, que no lograban salir de su propia área. Clemente, Álvaro Jiménez y Sergi Cardona lideraban el asedio por los flancos mientras que Marc Cardona era el ariete que buscaba derribar la puerta por el patio central. Sin embargo, en medio del envite canario, los de amarillo recibieron una mala noticia en forma de la lesión de Saúl Coco.
Raúl García desperdició un contraataque rojillo apenas superado el minuto 10, un error que resultaría fatal. Alfonso Herrero pudo detener el primer mano a mano en el que se vio envuelto, frente a Marc, pero aprendiendo del precedente, Álvaro Jiménez picó el esférico cuando se encaró con el cancerbero para batirlo a placer. La línea defensiva del Mirandés sufría y sufría sin piedad. Incluso Jonathan Viera, que hasta entonces había estado permanentemente vigilado por sus opositores, perdonó el 0-2, cuando su remate se estrelló contra la madera.
A pesar de la provisional victoria, García Pimienta no estaba del todo contento: Marc Cardona tuvo que abandonar el terreno de juego bañado en lágrimas al notar un pinchazo en la parte posterior del muslo. Les aguardaba otra desagradable certeza a los visitantes: pasados seis minutos del tiempo reglamentario del primer tiempo, el centro de Marcos Paulo encontró la punta de la bota de Raúl García que, al primer toque, fusiló a Álvaro Valles. Llegó un empate que había vislumbrado.
Regicidio fallido… o no
El gol cambió el signo del partido. El Mirandés se sacó de la manga uno de sus mejores tramos de partido de lo que va de año ante un Las Palmas que se había convertido en una sombra de sí mismo. Raúl García de Haro probaba fortuna una y otra vez, pero sus chuts nunca encontraban los tres palos. Poco más tarde, Pinchi dejó atrás a su marcador y se plantó en el vértice del área pequeña. Dudó demasiado. Cuando buscó el centro hacia su ‘9’. ya se había hecho de noche. Una vez más, la compasión de los jabatos les resultaría cara. En la ocasión inmediatamente posterior, Sandro Ramírez recibió de espaldas y, al darse la vuelta, fulminó a Alfonso. 120 segundos tardaría Jonathan Viera en ampliar las distancias al recibir un precioso pase de tacón de Benito.
El encuentro se durmió a partir de ese momento. García Pimienta incluso tuvo el atrevimiento de sentar a Sandro cuando llevaba solo media hora sobre el césped y reservarlo para futuras contiendas. Aunque Manu García reavivó las esperanzas locales en el minuto 88, el resultado ya estaba dictaminado… O eso parecía. Raúl García puso de nuevo las tablas en el marcador en el minuto 90 rematando completamente solo desde el punto de penalti. Tras siete visitas, la UD Las Palmas sigue sin poder conquistar Anduva. Mañana podría incluso perder la corona.