Real Oviedo y Huesca se citan este miércoles en el Tartiere con necesidades tan distintas como acuciantes para ambos conjuntos. Un partido especial para Cuco Ziganda y dos de sus ayudantes, Mossa y Alberto Martínez, que regresan al estadio donde trabajaron las anteriores temporadas.
Con la asignatura pendiente de celebrar una victoria a domicilio, este miércoles se presenta la siguiente oportunidad para el Huesca. Por su parte, el Oviedo necesita ganar en casa para reconducir una dinámica negativa en la que suma seis jornadas consecutivas sin conocer la victoria, que se le atasca especialmente en el Tartiere, donde solo ha ganado al Leganés, y viene de perder frente al Cartagena e Ibiza. La pasada jornada empató en Zaragoza.
Jon Pérez Bolo contará con las bajas de Dani Calvo, Borja Sánchez, Koba, Miguelón y Sangalli, todos lesionados durante el último mes. El Huesca jugará sin Florian Miguel, expulsado en el último encuentro. Sin Escriche -además de Joaquín Muñoz y Enzo Lombardo- y con Kevin Carlos entre algodones.
En la previa hablaba Bolo de la preparación del partido. «Los preparamos diferente porque salimos menos al campo, pero el resto es igual. Ayer tuvimos una reunión con los nutricionistas, miramos vídeos del Zaragoza y preparamos lo del Huesca. Hoy haremos un entrenamiento parecido, aunque con un poco menos de intensidad. El partido está próximo, algún jugador tiene que repetir y cuanto más descansen mucho mejor”.
“En algún partido hemos visto cosas que vimos el otro día en Zaragoza. Lo hemos hablado muchas veces: tenemos que darle continuidad y hacerlo mucho más tiempo. En la primera parte, los centrales estaban metidos en nuestro campo y así nos alargamos. En la segunda parte estaban pisando campo contrario. Cuando atacábamos al Zaragoza creábamos problemas y cuando perdíamos el balón estábamos cerca para robar. Eso es lo que queremos y cuando el equipo vaya viendo que las cosas salen como se plantean la confianza crea. Da moral de ir a apretar, de ir a robar para volver a atacar y la confianza en uno mismo crece, se vio en la segunda parte”.
Sobre el rendimiento en casa apuntaba que “lo hemos hablado muchas veces y desde el primer día: nuestro mayor orgullo es nuestra afición. En el Tartiere tenemos que hacer buenos partidos y conseguir buenos resultados. Ante el Huesca es una oportunidad más e intentaremos devolver lo que nos dan. Primero tenemos que darle nosotros algo. La afición se dejará la vida por el equipo”.
Su homólogo oscense vive un partido especial. «Ni para Berto, ni para Mossa ni para mí es un partido más. Será especial. Fueron dos años y medio muy productivos en los que disfruté muchísimo. Vimos al Oviedo en Zaragoza e hicieron muy buen partido. Conozco al Oviedo, a sus jugadores y al entrenador. Están obligados a estar arriba y esas prisas nunca son buenas, es un equipo que ha empezado muy bien fuera de casa y en casa les está costando más sacar resultados. Habrá que sujetar su fortaleza y la ambición de jugar en el Tartiere».
«Aún no hemos ganado fuera de casa y en Oviedo iremos a hacerlo. Tenemos que ser ambiciosos en todos los planos y saber que fuera de casa hemos hecho dos partidos más que correctos y en los otros nos faltó ser más compactos y se nos fue el partido. Tenemos el regusto de Granada y esa podría ser una buena piedra de toque. Que sea vea un equipo sobre el campo que se sepa lo que hace».