Fue la gran sorpresa en el último partido liguero del Sporting en La Rosaleda, pero nadie podrá negar se lo ha currado. Jordan Carrillo ha encontrado, casi cuatro meses después de su llegada a Gijón, su sitio en el conjunto rojiblanco. El mexicano, una de las más firmes promesas del país azteca, llegó en verano al Sporting a modo de sorpresa para propios y también extraños. Un movimiento extraño en todos los sentidos y por muchos motivos.
Culturalmente porque el jugador venía de un país muy distinto, lejano, con apenas 20 años (cumplirá 21 a finales de mes) y prácticamente solo, porque en sus primeras semanas estuvo con su hermano, pero ahora está solo en Gijón. Unas circunstancias que no facilitan su adaptación, aunque el jugador ha dicho que ya cree estar plenamente adaptado a la ciudad asturiana. Eso sí, sin negar que al principio le fue una experiencia dura y que si no contaba con minutos, pensó en una posible vuelta en enero.
Luego está el plano futbolístico. Las características de Jordan Carrillo, un mediapunta con capacidad de caer a las bandas, no es un perfil adaptable al fútbol que Abelardo Fernández ha implementado en el Sporting. Eso le costó no tener apenas minutos en 14 jornadas, pues solo dispuso de catorce frente al Racing en la jornada 5 y no fueron destacables precisamente. Pero ahora la necesidad ha hecho que Abelardo tenga que contar con él, aunque el técnico no ha ocultado que seguía teniendo dudas.
Pero junto a esas dudas, también estuvo un reconocimiento. Y es que como Abelardo dijo: «el chico ha asimilado que debía trabajar; agachó la cabeza y lo hizo hasta ahora sin abrir la boca». Jordan Carrillo esperaba su oportunidad para demostrarse válido y la aprovechó. Salió unos minutos frente al Albacete, causando buena impresión. Repitió esa actuación en Málaga, donde pudo ser determinante si Ais Reig no se hubiese comido un claro penalti sobre él (en la foto) y también en la Copa.
En Beasain, solo su falta de acierto le privó de sumar su primer gol con la camiseta rojiblanca. Pero dejó buenas sensaciones que apuntan a que sus opciones de seguir como titular el sábado que viene frente al Leganés sean importantes. Y en caso de no ser titular, de gozar de minutos saliendo desde el banquillo. Algo que para Jordan Carrillo hace poco era casi imposible, pues ni calentaba en los partidos como él mismo recordaba días atrás en una entrevista.