Última jornada del año 2022 en LaLiga SmartBank; una última jornada que coincide además con el final de la primera vuelta. Una fecha que para Real Oviedo y Real Sporting no era una fecha cualquiera, pues volvía una nueva edición del derbi asturiano.
Marcador sin goles en los primeros 45 minutos, en los que el conjunto de Abelardo se mostró un punto superior, disponiendo de las mejores ocasiones de gol. El Sporting comenzó el encuentro más entonado, dominando la posesión y desplegando su juego en la parcela de campo ovetense. Primer aviso del partido, en un centro desde la derecha de Djuka al que no llegó Jony en el segundo palo, cuando Braat no había podido atajar el esférico. Segunda llegada del Sporting con el mismo protagonista. Gran acción de Juan Otero por la derecha que la colgó en el aire y el remate de Jony fue bloqueado por Braat. Un Braat que salvó poco después el primero en un remate de cabeza de Djuka tras una jugada muy veloz del Sporting.
Los de Álvaro Cervera necesitaron varios minutos para deshacerse de la presión visitante, y tener así sus primeras aproximaciones a los dominios de Cuéllar. A la media hora de juego, se formó una tangana entre los jugadores de ambos equipos. Todo vino motivado por una caída de Juan Otero, que se quedó tendido sobre el césped, y cuando Izquierdoz quiso echar el esférico fuera, Hugo Rama continuó la acción. Mucho juego en el centro del campo y 0-0 al descanso.
Transcurría el segundo tiempo con pocas ocasiones hasta que decretó García Verdura penalti a favor del Real Oviedo, por una entrada abajo de Izquierdoz a Koba Leïn. El jugador sportinguista no protestó la decisión. Lanzó la pena máxima Borja Bastón que no falló desde los once metros. El capitán azul engañó a Cuéllar con su disparo, poniéndola con el interior de la pierna derecha a la izquierda.
El Sporting intentaba apretar en los últimos minutos de partido para al menos empatar el encuentro. Cote la colgó desde la banda y la jugada terminó con un disparo de Cristo al lateral de la red. La grada del Tartiere ya celebraba la victoria en el tiempo de añadido y eso que a su equipo no le duraba nada el balón y corría tras los jugadores sportinguistas.