Duelo en la tarde-noche del domingo en El Molinón entre dos equipos que ya se pueden considerar clásicos de la categoría de plata. Dos equipos que, desde luego, han vivido años mejores como Real Sporting y SD Huesca y que buscan tres nuevos puntos. Esos que daría una victoria que, sin duda, sería un balón de oxígeno puro muy revitalizador.
Porque gijoneses y oscenses están más cerca de la parte baja que de la alta. Siete son los puntos respecto al descenso que tienen los aragoneses y cinco los gijoneses, donde se revive entre afición y medios (que no en el club como ha recalcado plantilla y entrenador esta semana) los fantasmas del año pasado, con una salvación bastante agónica tras una segunda mitad de temporada muy mala.
Por los motivos que esgrima cada escuadra, los tres puntos son muy importantes para ganar tiempo y confianza. Los oscenses porque fuera de casa solo han logrado una victoria (en la jornada 10 en Oviedo) y son uno de los peores equipos a domicilio. Los gijoneses, porque tras caer en Leganés dando mala imagen a pesar de jugar en superioridad prácticamente una hora de encuentro, necesitan una victoria que calme la marejada en medios de comunicación y parte de la afición.
Posible cambio táctico en los locales, continuidad en los visitantes
Aunque los números dicen que el Sporting es más que fiable defensivamente con la propuesta de tres centrales que ha usado Miguel Ángel Ramírez hasta la fecha en un 5-2-3 de base; la afición rojiblanca continúa despreciando esa propuesta. Una que ahora podría cambiar a un 4-3-3, aunque no por las críticas de fuera, sino porque el técnico canario sigue dándole vueltas a que su equipo ofensivamente genere más. Además, la llegada de un central zurdo como José Marsá permite al técnico mantener la salida de balón con un hombre menos atrás y sí más por delante, en la medular.
En el otro lado del campo una SD Huesca comandada por un José Ángel Ziganda que nunca ha perdido partido como entrenador frente al Sporting. Un empate con el Xerez en 2009 y cinco victorias y un empate con el Real Oviedo entre 2020 y 2022. No se esperan cambios de calado en los visitantes salvo los obligados para intentar lograr la que sería su segunda victoria lejos de El Alcoraz en la temporada. Se mostrarán juntos y reactivos, esperando al error rival para buscar transiciones y contraataques.
Ausencias de peso en ambos conjuntos
En el Sporting serán baja Guille Rosas y Jony por sanción. El Sporting recurrió sus expulsiones en Butarque a Competición y Apelación, sin obtener un dictamen favorable. El lateral derecho lo había jugado todo con Miguel Ángel Ramírez, de forma que Pol Valentín tendrá la gran oportunidad de ganarse el puesto. Además siguen de baja por lesión Christian Rivera -que ya se unió parcialmente al grupo, pero sin obtener el alta definitiva- y Nacho Méndez.
En el cuadro oscense, su capitán, Jorge Pulido, cumplirá ciclo de amonestaciones, siendo una baja relevante en la línea defensiva altoaragonesa. Si vuelve a estar disponible, tras superar una nueva lesión muscular, Marc Mateu; baja el último mes de competición. En cualquier caso parece poco probable ante los antecedentes con el ‘Cuco’ que el valenciano pueda ser de la partida en Gijón.
La dirección del encuentro correrá a cargo del siempre polémico colegiado alcoyano, Saúl Ais Reig. Un árbitro, de 37 años, que cumple su octava campaña en la categoría de plata y que conoce sobradamente a ambos conjuntos. Han sido once veces las que ha dirigido a los rojiblancos con una sola victoria, que data de 2017, 5 empates y 5 derrotas. En lo que respecta a la SD Huesca les ha dirigido en 14 ocasiones, con 7 victorias, 2 empates y 5 derrotas. En la sala VOR estará otro colegiado no menos polémico como es el riojano Daniel Ocón Arráiz.