“Liberación blaugrana”: Los de Rafa Márquez vencen al Nàstic por la mínima
Previa: Cambio de dinámicas
La clasificación de Primera Federación se apretaba cada vez más y hoy, en el Estadio Johan Cruyff, saltarían las chispas entre dos equipos que intentaban recuperar sensaciones.
El Barcelona Atlètic, que últimamente ha ido formando su camino con Rada Márquez a través de empates, enfrentaba hoy el reto de diluir las esperanzas ‘granas’ y demostrar el valor real del proyecto. En sus últimos cinco partidos solo consiguieron una victoria, y en este momento determinante del campeonato, las exigencias eran máximas.
El Gimnàstic, por su parte, buscaba reivindicar la victoria del anterior domingo (2-0) ante el San Sebastián. La segunda victoria de este 2023, con el tercer entrenador de la temporada. Sin duda, una situación difícil de asimilar, pero hoy, ante un Barcelona necesitado para recuperar los Play-Offs, tenían la oportunidad de certificar el cambio que tanto andaban esperando.
Pasase lo que pasase, el partido era una oportunidad magnífica para generar un cambio de dinámica en cualquiera de los dos equipos.
Primera parte: Presión tarraconense y asfixia blaugrana
El encuentro comenzó con las dos propuestas esperadas. Un Barcelona dominador avanzando poco a poco con el balón, que en los primeros minutos, se encontró con un Nàstic mordedor y al acecho de todo.
En uno de los bocados, tras solo 3 minutos de partido, Marc Fernández recogió un balón suelto en el área que remataba con dificultades, pero que dejaba la primera huella.
Los jugadores de Rafa Márquez rezumaban calidad en cada acción, pero no eran decisivos en los últimos metros. El Nàstic, en cambio, ganaba espacio en cada contraataque y planteó, inicialmente, un partido muy bien estructurado.
El juego, por parte de ambos equipos, se centró en las bandas, que significaban una sangría de ocasiones. Estanis, el extremo zurdo de los azulgranas, fue uno de los más avispados y sacó petróleo en muchas acciones, como una peligrosa falta que provocaba la amarilla para Marc Montalvo.
También Joan Oriol supo exprimir a Álvaro Núñez, que tuvo muchos problemas para frenar las constantes combinaciones del capitán con Aaron Rey o Marc Fernández.
Desde las botas de estos dos llegaron siempre las primeras ocasiones tarraconenses. Lo probó Fernández al inicio, y él mismo ofreció la oportunidad a Montes Arce para probarlo desde fuera del área, aunque sin éxito.
A la media hora de encuentro, las tendencias comenzaron imponerse sobre los estilos. El Barcelona, que mantuvo su clásica propuesta de toque, centró sus esfuerzos en llegar a través de Luismi Cruz y Estanis, pero el Nàstic deshizo seriamente esas posibilidades.
El club de Tarragona forjó un juego a la contra muy rápido que prácticamente siempre acabó de la misma manera, con Marc Fernández recibiendo de espaldas o con un tiro lejano. Y a pesar de su simplicidad, los de Dani Vidal entendieron la situación y superaron al Barcelona en ocasiones.
Roberto Fernández consiguió la primera acción clara de los blaugranas en el minuto 40, cuando se deshizo de Marc Trilles y se quedó solo ante Dani Parra en una situación que no resolvió bien, y que acabó en saque de portería.
La primera parte terminó con un ambiente de tensión máxima entre jugadores y entre aficiones.
El Barcelona, aunque en dominio de la posesión durante la mayor parte del tiempo, no resultó efectivo prácticamente en ningún aspecto. Solo en defensa, donde destacó por encima de los demás Pelayo Fernández, consiguió mantener la línea.
La afición autodenominada ‘nastiquer’ infundió presión en los jugadores locales y resultó un extra para el Nàstic, que presionó hasta el minuto 45 y mostró una cara nueva para conseguir cambiar las cosas.
Segunda parte: Recuperación y victoria
La segunda mitad inició con un FC Barcelona mucho más activo y llegador, con una idea mucho más clara que en los primeros 45 minutos.
Estanis, que ya avisó primero, se deshizo diversas veces de la defensa hasta que, a la tercera, llego la vencida. Paró Dani Parra y en el rebote, que remató Juande, una acción milagrosa en defensa salvó al Nàstic. Pero en el córner, Chadi Riad no perdonó y, quedándose solo en el segundo palo, remató a placer.
Los ‘grana’ se mostraron mucho más incómodos, pero no desistieron de su planteamiento principal y siguieron llegando.
En un córner idéntico al del gol, el conjunto de Dani Vidal resolvió bien e inició una contra que los puso de nuevo en el partido. Aaron Rey no remató la faena, pero el Barcelona volvió a encerrarse a atrás momentáneamente.
Con el paso de los minutos, ambos conjuntos sintieron el cansancio, pero en mayor medida el Gimnàstic, que no presionó de la misma manera y dejó espacio al Barça Atlètic para reforzarse. Los canteranos comenzaron a reactivar su ritmo habitual, aunque con problemas de cara a portería.
Los cambios del Barcelona intentaron pausar el ritmo y concentrar al Nàstic en su campo, pero la igualdad seguía reinando en el Johan Cruyff, tanto por las llegadas arbitrarias de los ‘granas’, como por la calma ‘culer’.
Nil Jiménez aprovechó una de las desconexiones blaugranas para rematar la que pareció ser la mejor ocasión de los tarraconenses en toda la noche. Su zarandeo lo dejó solo ante Tenas, pero su disparo acabó rozando el palo derecho.
La frustración de los rivales se pagó en el campo y la tensión fue máxima. Dos faltas seguidas provocaron la rabia blaugrana y, en una de ellas, Marc Trilles acabó expulsado.
Aunque parecía llegar la calma y con el partido ya más que roto, las peleas eran constantes y el Nàstic se estancó.
Ni siquiera los 4 minutos añadidos parecieron ayudar a los contrarios, que no gestionaron bien su tiempo y se vieron superados por las acciones individuales del Barcelona. Los cambios de Márquez fueron acertados y cansaron a los ‘grana’, que se volvieron a casa con las manos vacías.
Conclusión:
A pesar de los intentos y de las esperanzas, el Gimnàstic cayó una vez más. Su afición, más de 600 personas en el día de hoy, recibió con los brazos abiertos un soplo de aire fresco, pero en su lugar, llegó una tormenta.
No hubo acierto, aunque tampoco por parte del FC Barcelona, que tuvo problemas para culminar las acciones que generaron Estanis y Juande en la segunda parte, así como con Luismi en la primera.
El juego de los blaugranas fue excelente, pero quizás, la dinámica debe mejorar arriba. La actitud de los locales se contagió en todo el estadio, y dejaron el Nàstic con la miel en los labios, pues su cambio tendrá que esperar.
