El choque en la capital hispalense comenzó de una manera algo atípica, con una amarilla en el minuto 3 para Gudelj por impactar en un rival en una disputa por alto. Los sevillistas se encontraban en el césped con una marcha más y en una acción de área pidieron pena máxima por un pisotón de un defensa a Lucas Ocampos, jugada que no fue punible para el colegiado. Poco a poco los catalanes iban haciendo acto de presencia con un Riquelme muy activo, consiguiendo verdaderos quebraderos de cabeza para los defensores locales. El Sevilla lo intentaba más pero la primera clara del Girona fue para la portería de Dmitrovic: saque de esquina de Riquelme al segundo palo y Juanpe entra con todo para rematar con el pie y abrir la lata. El conjunto dirigido por Mendilíbar seguía a lo suyo pero el premio del gol no llegaba, haciendo perder la paciencia a la afición sevillista que estaba presenciando la primera derrota en casa de la era Mendilibar. Bryan Gil ya en el ecuador de la primera parte tuvo la más clara para los suyos pero Gazzaniga sacó el balón cuando el empate parecía instalarse en el electrónico. Con un Sevilla más volcado Riquelme buscó la escuadra izquierda de la portería rival con una buena acción individual, pero su disparo se marchó lamiendo el larguero. Con la acción del madrileño los 22 protagonistas enfilaron el túnel de vestuarios.
La segunda mitad parecía ir con la misma tónica que la primera: el Girona con poco metía miedo y el Sevilla en su intentona por igualar la contienda. Sin embargo los rojiblancos (hoy de amarillo y rojo) pondrían tierra de por medio gracias al gol de un Taty Castellanos que mantiene su racha goleadora tras recoger el balón que le cedió Tsygankov tras una jugada mal rechazada por parte de la defensa local. Los andaluces cada vez más a la desesperada intentaban encontrar algo a lo que aferrarse Mendilibar agitó la coctelera y la entrada de Suso, Rafa Mir y Lamela pareció efectiva, siendo de los más activos en el ataque sevillista. El propio Suso tuvo una ocasión clarísima en el añadido pero el balón acabó estrellándose en el travesaño gironí. Finalmente los tres puntos vuelan para Girona, el Sevilla se queda en tierra de nadie y los catalanes sueñan con jugar en Europa la temporada que viene.