Empate que sabe a poco en el Martínez Valero de Elche, en el duelo intersemanal correspondiente a la antepenúltima jornada liguera. La sensación es que el partido pudo ser muy diferente, por lo visto en los primeros compases, de no haber sido por la pronta expulsión de Pape Gueye por una entrada a destiempo sobre Lucas Boyé a los 18 minutos. El Sevilla ya estaba entonces por delante, pero el arreón local en la primera parte le valió la igualada. Distinta fue la segunda mitad, en la que apenas se produjeron ocasiones y en la que el equipo de Mendilibar no consiguió plantarse prácticamente con peligro ante Edgar Badía. Con la inevitable mirada de reojo a la final de dentro de siete días, el equipo se queda a un punto de la séptima plaza pero con el Osasuna-Athletic pendiente para este jueves.
El equipo entró bien al partido, aprovechando un ambiente inicial algo frío por las circunstancias del rival, tanto sobre el césped como en la grada. El once de Mendilibar estaba cómodo ante un Elche sin exigencias y dispuesto únicamente a darle otra alegría a su gente pese a estar ya consumado su descenso. En el intercambio de golpes inicial, Morente quebró bien a Badé dentro del área pero su disparo salió centrado, mientras que En-Nesyri no supo dirigir bien un centro de Jesús Navas. El Sevilla encontraba espacios sobre todo en las bandas y así nació el 0-1, en un balón bombeado in extremis de Ocampos en la línea de fondo. El mal despeje ilicitano lo bajó Acuña para Gueye, este para En-Nesyri en una triangulación perfecta y anticipación de Lamela, que con tranquilidad la metió junto al palo. Partido muy de cara y marcador en ventaja, que pudo ser aún mejor si Badé llega a dirigir unos centímetros más a la izquierda un remate de córner.
Con todo de cara, incluido el marcador, la roja de Gueye cambió el guion del partido
Sin embargo, todo iba a cambiar en una jugada sin aparente peligro. Gueye recibe en el centro del campo, controla mal y se lanza con la plancha a intentar recuperarla. Entrada peligrosa a Lucas Boyé, que el colegiado, esta vez sin necesidad de ayuda del VAR, castiga con una tarjeta roja ante la que no cabían demasiadas protestas. Minuto 18 y lógicamente cambió el partido. El Elche se vio obligado a tomar las riendas y encontró el premio a los 25, con un centro desde la derecha de Josan y un remate de Morente que se envenenó tras impactar en el hombro del atacante, imposible para la estirada de Dmitrovic. Fue precisamente Morente el jugador local que más buscó el segundo de lo franjiverdes, mientras que el Sevilla solo lo pudo intentar en acciones aisladas. La más reseñable fue una jugada individual de Lamela, que llegó a rematar muy exigido a la media hora de juego.
La segunda mitad fue mucho más cerrada y casi no se produjeron ocasiones
El descanso hizo que ambos equipos bajaran revoluciones y se vio una segunda parte mucho más cerrada y de esfuerzos más controlados. El empuje ilicitano en el cierre del primer acto dejó paso a una fase de juego en la que el Sevilla pudo intentar crear más juego, aunque la inferioridad numérica seguía pesando demasiado. Un centro con mucha intención de Telles desde la izquierda, pero demasiado potente, a punto estuvo de ser rematado por En-Nesyri a la hora de partido. Poco después Lamela, de los más incisivos en el equipo hispalense más allá del gol, dejaba su sitio a Gudelj en el primer cambio de Mendilibar en el diez de la reanudación. No encontraba el camino el conjunto alicantino, por lo que su técnico modificó por completo la dupla atacante. Poco después, Ponce cabeceaba demasiado alto un buen centro en la única clara de los franjiverdes en el segundo acto.
Pensando también en la semana que queda por delante, salieron jugadores de peso como Fernando y Jesús Navas -que no estará por sanción ante el Real Madrid- y entraron piernas con Montiel o Rakitic. Sin embargo, el partido seguía atascado para los dos ataques y la vistosidad en ocasiones del primer tiempo no reaparecía. Ya en la recta final, con Bryan y Rafa Mir sobre el césped, Collado la tuvo de cabeza para los franjiverdes y el propio Mir, tras un buen robo, lo intentó en el primer palo para que Badía deshiciera el peligro junto al poste. Al final, reparto de puntos cuyo valor, en la pelea por la séptima plaza, dependerá del resultado del Athletic de mañana. El sábado, despedida oficial del Ramón Sánchez-Pizjuán ante un Real Madrid que sigue peleando el subcampeonato.