Osasuna hace historia y vuelve a Europa 16 años después

Esta tarde decíamos adiós a esta temporada de LaLiga Santander. Una temporada llena de partidazos, tensión, intensidad, el descubrimiento de nuevas estrellas y muchas sorpresas. Entre estas últimas, el equipo sorpresa de la temporada ha sido Osasuna. Y es que si alguien esperaba en agosto que los de Jagoba Arrasate pudieran decir diez meses después que eran subcampeones de Copa del Rey y que tenían opciones de jugar en Europa en 2023/2024, pensarían que era una broma.

Lejos de una broma, la temporada de los rojillos ha sido muy seria, y es que, sin las mejores armas ofensivas del calendario, los navarros pueden lograr la gesta de clasificarse para Conference League. Con muchos tira y afloja, al final han llegado a esta última jornada, en la que dependen de ellos mismos para lograrlo. Lo intentarán contra otro equipo que quiere su mismo premio, el Girona de Míchel, que también ha sido una grata sorpresa de esta temporada. Los rojiblancos no solo tendrán que enfrentarse ante el subcampeón de copa, sino también contra todo El Sadar. Dependen de su victoria y de lo que hagan Ahtletic, Rayo y Sevilla.

El partido comenzó con poca actividad y malas noticias para los rojillos. Fruto de los minutos acumulados en toda la temporada, David García, tocado, se veía obligado a retirarse del campo. Uno de los bloques más importantes en defensa se marchaba, pero eso no iba a ser suficiente para doblegar el ánimo de los osasunistas. La primera ocasión llegó de las botas de Abde, galopando desde el lateral izquierdo. Yéndose de su par a la carrera, se plantó delante de Gazzaniga, disparó, pero el chut se marchó algo desviado. El marroquí, de despedida, quería irse de Pamplona por la puerta grande.

Joan Martin respondería por parte de los girondins, con un disparo a puerta que blocaría Aitor Fernández. El portero pasaría rápido a Aimar Oroz, y el mismo, conduciendo desde su campo, acabaría colándose hasta la cocina visitante. Una vez llegado allí, intentó armar un disparo, pero un mar de piernas catalanas pusieron final a su avance.

Minutos más tarde, Gazzaniga erró en el control de un pase y le regaló el balón a Aimar. El navarro, sin posibilidad de disparo directo, buscó asociarse rápidamente con un compañero, y ahí encontró a Ante. El croata chutaría rápidamente, pero el envío se marchó por encima del larguero por pocos centímetros. Pasada la media hora, Manu Sánchez recibiría un pase en la frontal del área, sin pensárselo mucho, cargaría su pierna mala para probar al meta visitante, quien blocó sin problemas. El Sadar, enrabietado, sabía que tenía que aprovechar estas ocasiones, pero podía estar tranquilo, ya que estaba teniendo el protagonismo en ataque. Sin mayores ocasiones, llegó un descanso que venía bien a un Girona que hasta ahora estaba desaparecido, sin claridad de juego y sin apenas tirar a puerta.

Osasuna comenzó combativo la segunda mitad, luchando cada balón como si fuera el último y acosando el área rival. Abde tuvo una gran ocasión a pase de Aimar Oroz, el cedido por el Barcelona disparó a puerta, pero en ese hueco se encontraba Gazzaniga bloqueando el esférico.

Al mismo tiempo, Sancet marcaba para el Athletic Club, que le daba a los bilbaínos la clasificación a la Conference League. Los de Arrasate probablemente no sabían esto, ya que jugaron como los ángeles. En un contrataque perfectamente ejecutado, Kike Barja encontró a Budimir solo en boca de gol. El croata, con un sencillo pase a la red puso por delante a Osasuna, llevando a la locura a todo El Sadar. Osasuna era momentáneamente de Conference League, si el partido seguía así, Pamplona iba a volver a tener a su equipo en Europa por primera vez en más de quince años.

Sin tiempo a ser conscientes de lo que suponía este gol, el croata fue a por más. La jugada llegaba de nuevo al contrataque, esta vez orquestado por Moncayola, Ante Budimir se perfilaba en el área. El delantero rojillo se relamía al perfilarse en el interior del área, si le llegaba el balón, se lo llevaba a la cazuela. Moncayola armó el centro y, el receptor fue Ante, que cabeceó de primeras superando al meta gironí. El Sadar estallaba en una celebración aun mayor, al ver como ponían tierra de por medio y conseguían cerrar la clasificación a Conference League. Ahora su único objetivo era acabar el partdo así.

Todo indicaba que no iba a haber problemas, pero el Girona fue ganando galones con los minutos después del gol. Reinier recibió un gran centro de Tsygankov y remató con contundencia hacia la puerta rojilla. Aitor no pudo hacer nada para desviar el misil, que entró sin oposición en la puerta local. Tembablan las piernas de los de Jagoba, todo lo que tenían pendía de un hilo.

Al mismo tiempo, el Real Madrid igualaba el encuentro a los vizcaínos. Con esa combinación de resultados, el Girona se clasificaba a Conference League si remontaba el partido. No obstante, con apenas 10 minutos para lograrlo, parecía complicado lograrlo. Pero en el momento, el Girona dominaba el juego, y si algo ha demostrado el fútbol, es lo inexplicable e imprevisible que es.

No obstante, Osasuna estaba muy bien plantado, aguantó el tipo y, apretando los dientes, logró mantener el resultado. Sí, sí, sí, el árbitro pitaba el final y confirmaba la celebración histórica de los osasunistas. Al fin, después de luchar por la permanencia de segunda división, después de haber empezado en zona de descenso esta misma temporada, los rojillos ponían fin a una sequía europea de 16 años. Los navarros han puesto el broche de oro una temporada que todos sus aficionados recordarán. Pamplona se vestía de Europa por primera vez desde el año 2007 y, por qué no, soñaba con lograr el título de la Conference League.