Partido que puede ser muy transcendente en el Juan Carlos Higuero este sábado a las seis de la tarde. O también totalmente intrascendente. De lo que suceda en él, la temporada para Arandina y Real Avilés Industrial puede seguir o terminar anticipadamente. Los locales porque tras evitar el primer ‘match-ball’ sobre el descenso la pasada jornada con su victoria en Oviedo, necesitan de volver a ganar para que ese descenso siga sin ser matemático una semana más. Una derrota sería la certificación matemática y el empate, según los resultados que se diesen, podría serlo también.
En el caso de los avilesinos, situados novenos a cinco puntos de la quinta plaza, no pueden fallar si quieren mantener alguna esperanza real en las últimas tres jornadas de seguir peleando por jugar el play-off de ascenso. Un encuentro importante y que dirigirá el colegiado gallego Miguel Oliveira Dios. Pontevedrés, de 26 años, cumple su primera temporada en la cuarta categoría del fútbol español. Una campaña en la que ya ha dirigido a los locales. Fue precisamente en la primera jornada de liga, con victoria por 2-1 frente al CD Covadonga, aunque su arbitraje fuese muy criticado por el cuadro arandino. Para los blanquiazules será su primera vez con este árbitro.
En una temporada que ha dejado un regusto extraño en Aranda de Duero por su papel en Copa del Rey y los pobres resultados en liga que, salvo milagro de los que no acontecen nunca, conllevará un descenso, los pupilos de Álex Izquierdo están haciendo un tramo final de temporada meritorio. Vienen de empatar frente a un ‘gallito’ como el Pontevedra y vencer a domicilio en Oviedo ante un rival directo como el filial oviedista que se jugaba también la vida. Entregados a su suerte, buscan seguir esa buena dinámica frente a un Real Avilés que también llegará con necesidad de puntuar a tierras burgaleses.
Porque los de Manolo Sánchez Murias han visto como la reacción positiva que experimentaron a principios de marzo se ha cortado de cuajo a finales de ese mes y de abril. Derrota dolorosa en casa frente al Zamora, en Santander y mal partido en casa en el que solo pudieron empatar frente a un Marino respondón. Ahora solo les sirve ganar para seguir enganchados en ese pelotón de equipos que pelean por la quinta plaza. Lo que no sea ganar será una nueva oportunidad perdida y que reducirá el ya extremo margen del que disponen. Quizá hasta un punto en el que esa pelea ya sea una quimera imposible.
En el bando local no estarán disponibles los lesionados para Álex Izquierdo. El resto de la plantilla estará a disposición y es de prever que el técnico repita o no varíe en demasía el once que venció en El Requexón la semana pasada y que permitió a los burgaleses alargar su temporada. Por parte avilesina, Manolo Sánchez Murias ve como se le vuelven a aparecer problemas en defensa. A la sanción de Zubiri, quien le quedan tres partidos de sanción por cumplir, se une la de Del Amo. Esto deja al técnico con solo dos centrales disponibles (Orfila y Julio), salvo que aplique un once innovador en defensa.