Gareth Bale después de dos meses en los que se ha perdido 11 partidos entre todas las competiciones, vuelve al campo. El galés regresa con un objetivo bien definido: jugar para recuperar el caché que deberá llevarlo al mercado este verano.
Florentino Pérez tiene decidido vender al centro campista, pero claramente el presidente del club blanco no está dispuesto a regalar a una de sus estrellas. Por ello necesita que el futbolista recupere el estatus en un tramo final de temporada en la que no se le discutirá la titularidad.
Esta decisión deja a Zidane vendido, ya que para el técnico francés es uno de sus intocables a pesar de no haber disputado ningún encuentro desde septiembre.
La incertidumbre se expande en la plantilla. Isco Alarcón tiene motivos para estar nervioso, ya que sabe bien que la entrada de Bale pude significar su salida y más cuando Zidane avisa: “Quiero volver a contar con la BBC al completo”.
El mediocentro malagueño no tiene sitio en la delantera, y su mejor baza es sentar a Kroos o Modric sino quiere volver a calentar banquillo, una opción que no contempla.