El partido comenzaba con Minnesota más acertado y con las cosas más claras tanto en ataque como en defensa. Incluso aprovechaba los espacios y sus buenas defensas para correr al contraataque, lo que obligó a Bett Brown a parar el partido. Los visitantes reaccionaron con cuatro puntos de Embiid, y comenzaron a alternarse canastas ambos equipos. No obstante, los Timberwolves seguían siendo mejores en ambos lados de la pista, destacando en defensa y en los rebotes. Los locales marcaban las diferencias, y Philadelphia buscaba a Embiid para remediarlo. Aún con los suplentes el equipo de Thibodeau era superior en el aspecto defensivo, lo que le hizo ganar el primer cuarto.
Los Sixers cambiaron de mentalidad en el segundo cuarto y se notó. Estaban más acertados en los tiros, se mostraban más contundentes y mejoraron su defensa. Ambos equipos se respondían las canastas mutuamente, y propició que el ritmo de juego aumentase, y tras encajar un tiro exterior sin defensor, el equipo visitante pidió tempo muerto para redefinir conceptos. Embiid se encontraba solo en ataque: Simmons estaba desaparecido. Booker y Redick ajustaban el marcador, en detrimento de Butler que hacía todo lo posible por impedirlo. Al final de la primera mitad, y después de que Embiid recortase diferencias desde la línea de personal, el marcador era 48-51.
En la segunda mitad Embiid y Saric liberaban el buen inicio de su equipo. Tras cinco puntos seguidos de Holmes, los locales hicieron un tiempo muerto. Tras este Minnesota mejoró su defensa y, con el paso de los minutos, su fluidez defensiva. Holmes y Booker ayudaban tanto en ataque como en defensa a Philadelphia, y Bayless y Redick conseguían poner por delante en el marcador a los visitantes. Por contra, Towns imponía su ley en la zona, en su enfrentamiento personal con Embiid. Antes del último cuarto los Timberwolves seguían mandando en el marcador.
Desde el inicio del último cuarto Minnesota fue a por el partido y consiguió un parcial de 8-3. Con Embiid limitado por faltas personales y Simmons fuera del partido, otros jugadores tuvieron que asumir el liderazgo en ataque. Ambos conjuntos estuvieron algo más de tres minutos sin anotar una canasta. Un alley top de Towns hizo un parcial de 15-3 en los últimos siete minutos, y obligó a Brown a buscar soluciones en el tiempo muerto. Dos triples de Redick y una canasta de Embiid, tras un gran movimiento en carrera, lideraron el cambio de los Sixers. Tras otras dos jugadas de tres puntos los visitantes se ponían por delante en el marcador. Habría que añadir a esto otro triple de Saric, y mientras tanto los Timberwolves resistían con el buen hacer de Butler. El mismo butler anotaba un triple crucial, que era respondida por una canasta de Simmons, que acabaría apareciendo en el último cuarto. A falta de dieciséis segundos el exjugador de Chicago Bulls volvía a anotar un triple, y ponía dos arriba a su equipo. Embiid, desde la línea de tiro libre, empató el partido y lo mandó a la prórroga.
Al comienzo de la prórroga Gibson fue expulsado por faltas. Philadelphia conseguía sacar del partido a Minnesota, y Redick aprovechaba la línea de tiro libre para sumar tres puntos más en su casillero. Nuevamente la conexión Embiid-Simmons dejó en evidencia a la defensa de los locales. Embiid y Redick acabaron dinamitando el partido, pese a los intentos de Butler, e hicieron que su equipo se llevase la victoria.