Ya se empezaba a atisbar un partido relativamente cómodo para la franquicia de la capital californiana en el primer cuarto. Todas las cosas que los Kings hacían bien, los Nets se las arreglaban para hacerlas peor. Randolph, destacado con dos triples, y Hill, muy bien en la dirección del juego, no se guardaron las cartas para el final y situaron el una delicada situación a unos Nets fallones y ansiosos. Una actitud personificada en la figura de Dinwiddie que, a pesar de acabar como máximo anotador de su equipo (16), no mostró desde luego su mejor cara en este encuentro. En Brooklyn solo Carroll parecía mantener la inspiración adecuada para no dejar escapar a unos Kings que, por otro lado, seguían haciendo sangre también en la pintura con un imperial Cauley-Stein.
Con una desventaja tan importante (36-20), a los Nets no les quedó otra que remar en una misma dirección, pero su intento de reacción en los primeros minutos fue algo más que estéril. De nuevo sufriendo mucho bajo aros, el pívot griego Kostas Koufos primero y de nuevo la pareja formada por Randolph y Cauley-Stein, dieron buena fe de la debilidad del juego interior de los neoyorquinos con buenas aportaciones para mantener a su equipo a raya a pesar de la bajada en efectividad de tiro respecto al anterior periodo. A esto, hubo que sumarle el problema de Dinwiddie con las faltas (3 a mediados del segundo cuarto), algo que no hacía sino empeorar el panorama de los de Kenny Atkinson, que tenían que lidiar con una desventaja importante (64-47) a la vuelta del descanso.
Parece que espabilaron algo los chicos de los Nets en el descanso, porque es cierto que se vio una reacción, aunque fuese mínima, que les permitió situarse a tan sólo 7 puntos, aunque nunca con una verdadera amenaza para los intereses de Sacramento, que en todo momento consiguieron controlar la situación. Buena culpa de esta nueva actitud en Brooklyn la tuvo Dinwiddie, que esta vez sí se asemejaba más al gran base que estamos viendo en este inicio de campaña y que, tras la lesión de D’Angelo Russell, parece haberse echado el equipo a la espalda.
El tercer cuarto terminó con una renta relativamente cómoda para Kings (86-75), pero con Nets empujando con gente como Crabbe o Acy, y así fue como empezaron los últimos 12 minutos. Con los locales de nuevo cerca en el marcador (llegaron a ponerse a 3 puntos a falta de poco menos de 8 minutos), emergió la figura de Hill para aparcar la reacción de los hombres de negro, con una serie de buenas acciones ofensivas. Los minutos más dramáticos se vivieron cuando a falta de 4:30 las distancias se redujeron a sólo 2 puntos. En los últimos instantes Temple se convertiría en protagonista involuntario, en dos acciones en las erró para dar la oportunidad de nuevo al conjunto local de remontar el partido primero, y fallando el triple que sentenciaba el partido y que podía haber evitado el sufrimiento de los californianos en los últimos instantes.
A falta de 10 segundos, y tras un ataque de Brooklyn con numerosos fallos, Bogdanovic tuvo dos tiros libres para llevarse el encuentro, pero falló el primero, dándole así bola a los Nets para llevar el partido a la prórroga. No fue así, y tras un desastroso último ataque, los Kings consiguieron una victoria fuera de casa que les llena de moral.
Fuente foto principal: Brooklyn Nets
@sergiolalla22