Las tendencias muchas veces se cumplen, y la mejoría mostrada por el Deportivo Alavés desde la llegada de Abelardo, ha decantando una nueva final del lado vasco. Munir ha demostrado que la la lucha tiene sus frutos, y tras fallar 4 remates muy claros finalmente consiguió el gol de una victoria que deja al Alavés, sacando la cabeza del pozo donde se encontraba, y hunde todavía más a un Málaga falto de ideas, juego, ganas, coraje y camino de la segunda división a no ser que se produzca un milagro de aquí a final de temporada.
Michel sacó un once con 4 novedades con respecto al partido disputado el lunes en la Rosaleda, dando entrada a Ignasi Miquel, que se estrena como malaguista, para que Miguel Hernández pasara a ocupar el lateral derecho del sancionado Rosales, por otra parte Kuzmanovic entró para sustituir al lesionado y sancionado Adrián, mientras en la delantera Rolan le vuelve a ganar el puesto a un Borja Bastón que vuelve al banquillo malaguista y sorpresivamente Ontiveros sale desde el inicio sentando a Keko, en la enésima oportunidad que recibe el canterano malaguista.
El partido demostró que el amor al fútbol y a la defensa de tus colores es muy superior a la locura de horarios que sufren un día sí y otro también los aficionados del fútbol modesto nacional. No es normal jugar un jueves 21 diciembre de madrugada en el País Vasco, pronto tendría que tomar parte en estos horarios organismos gubernamentales que antepongan la salud del público y jugadores al dinero que se embolse LaLiga.
Una primera parte sin mucho juego en las porterías entre dos equipos temerosos de perder y sabedores que su puesto en la clasificación se debe a los malos resultados que ambos equipos han ido cosechando en estos meses de competición.
Sólo el Alavés demostró en las botas de Munir unas ganas de puntuar, llegando en varias ocasiones con opciones de hacer gol, pero encontrándose a un Roberto, que a pesar de ser de los más goleados de esta temporada, ha vuelto a demostrar que es el mejor jugador de una plantilla que no sabe jugar al fútbol.
La única ocasión malaguista en la primera parte, fue una falta lanzada por Recio, que atrapó sin muchos problemas el guardameta Pacheco, y que volvió a demostrar la falta de juego del que sufren los boquerones toda esta temporada.
En la segunda parte se repitió el mal juego malaguista y a pesar de las entradas de Ricca, Borja Bastón y Mula no demostró en ningún momento peligro, ya que no dispuso de ninguna ocasión. Mientas tanto Abelardo empujó a su equipo «un paso más adelante», dando un «baño táctico y de juego» a un Michel que ya no sabe ni como mover ni gestionar a sus jugadores.
Y como dice el dicho… quien la sigue la consigue y tuvo que ser, el joven Munir, el que finalmente fue capaz de perforar la meta de Roberto, para devolver la alegría y el optimismo a un Alavés que ha cambiado totalmente desde la llegada del nuevo míster. No es fácil lo que está consiguiendo Abelardo desde que llegó, pero tiene claro el camino a seguir y parece que por ahora le está dando sus frutos.
Por: @Sergiogl65