El Comité de Competición ya ha notificado, a falta de concretar la hora, a Osasuna, Nástic, al Comité de árbitros y a LaLiga que el partido aplazado por la nieve se jugará el día 18 de enero.
Cabe recordar que este encuentro se tenía que disputar en el Sadar de Pamplona el viernes 2 de diciembre a las 21.00 horas. El encuentro se fue retrasando paulatinamente de 15 minutos en 15 minutos a la espera de una mejoría en la climatología que no llegó. Tanto el árbitro como el conjunto visitante, que llegaba a Pamplona diezmado por las bajas, fueron partidarios de suspender el encuentro. Osasuna se ha mostrado partidario en todo momento a jugar.
A raíz de la cancelación, el conjunto navarro presentó una queja formal a la que siguió una denuncia por incomparecencia. El Comité desestimó dicha demanda apuntando que no se produjo la incomparecencia de ninguno de los dos equipos el 1 de diciembre: «El artículo 215 del Reglamento General de la RFEF establece una serie de reglas o requisitos que ambos clubes cumplieron. Y es que, tratándose de una competición profesional, tanto el club Atlético Osasuna como el club Gimnastic de Tarragona, SAD se presentaron en el terreno de juego con, al menos, una hora y media de antelación a la hora señalada para el comienzo del partido».
Sin embargo, si puso una multa de 602 euros al club catalán ya que consideró que incumplió el artículo 126 del Código Disciplinario de la RFEF, «al deducirse de las alegaciones y documentación obrante en las actuaciones no haber “procurado” permanecer en la citada localidad, como le exhortaba la meritada Disposición Decimoséptima de la Circular nº 5 de la RFEF».
El comité creyó que este incumplimiento no se puede equiparar a una incomparecencia «por varias razones». La principal es que al no haber un señalamiento para la celebración del mismo no puede haber tal incomparecencia.