En los primeros instantes del partido se pudo ver a un Kyrie Irving muy motivado, encestando varias canastas al comienzo. LeBron, por su parte, iba a lo suyo. Todo lo hacía parecer fácil. Cleveland falló demasiado al principio, sobre todo Kevin Love que se fue al descanso con 0 de 8 en tiros de campo. Además concedía rebotes de ataque a los rivales, llegando a capturar dos seguidos Al Horford. La falta de acierto e intensidad obligó a Tye Lue a parar el partido para intentar cambiar las cosas. Smart resultó ser un gran repulsivo no solo en defensa, sino también en ataque. Boston aprovechaba su acierto exterior mientras que los Cavaliers se dedicaban a atacar la zona. El banquillo de los Celtics estaba siendo decisivo: Smart y Rozier anotaron únicamente seis puntos menos que todo Cleveland.
En el segundo cuarto Korver revirtió la tendencia de su equipo con tres triples seguidos. Al descanso llegaría con 12 puntos y cuatro triples. Tyes también enchufaba desde lejos y anotó dos triples de manera consecutiva. La defensa, el trabajo duro y el acierto hacían que los Cavaliers bajasen la diferencia en el marcador, y pese a ir ganando de diez puntos, Stevens quiso espabilar a sus jugadores. LeBron y Korver tiraban del carro, pero sería la defensa el único medio para seguir reduciendo distancias. No obstante, Boston conseguía distanciarse nuevamente y al descanso ganaba de ocho puntos de diferencia.
Los locales hicieron gala de su acierto con los triples en el comienzo del tercer cuarto. Eso unido a los fallos de sus rivales hacían que encontrarán espacios y que los aprovecharán al contraataque, y llevaron la diferencia a catorce puntos. Cleveland pasaba por sus peores momentos del partido. Negados en ataque y mal en defensa. Ni LeBron podía cambiar dicha dinámica negativa. Entonces apareció Tatum, y tras varias canastas seguidas consiguió que la brecha de ventaja se fuera hasta los veinte puntos. Los Celtics hacían disfrutar a su público y deleitaban con una gran circulación de balón. Daba la sensación de que podían hacer lo que quisieran. No obstante, no lo consiguieron materializar en puntos ya que fallaron demasiados tiros sin defensor o con espacio. Al final del cuarto los Cavaliers hicieron un parcial de 11-2 y bajaron la desventaja a trece puntos.
El inicio del último cuarto estuvo marcado por la cantidad de tiros fallados. Tras cuatro minutos el parcial era 2-6 a favor de los locales. Tatum volvía demostrar su calidad y Rozier reivindicaba su importancia y rol saliendo desde el banquillo. Boston mantuvo los veinte puntos de ventaja durante casi todo el último cuarto y LeBron James no llegó a jugarlo. A falta de cuatro minutos para el final Stevens sacaba a los jugadores que menos minutos juegan, el partido estaba ganado.
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