Las jugadas a balón parado fueron las protagonistas en el enfrentamiento entre el Real Madrid Castilla y el Coruxo. El filial blanco inauguraba el marcador con un golazo de Óscar de falta directa al filo del descanso. Los vigueses creaban muchísimo peligro desde la esquina del córner, pero para evitar sorpresas, Seoane sentenciaba el partido en el minuto 76.
Sumar era el objetivo que perseguían los dos equipos: el Castilla para seguir acercándose a los puestos de play off, y los gallegos para alejarse un poco de la zona baja de la tabla. El partido empezaba un tanto accidentado para los jugadores de Solari. En el primer córner que botaba el conjunto vigués, Reguilón y Manu Hernando chocaban entre sí, parando el partido para que entraran las asistencias.
Una vez reanudado el juego, los blancos empezaban a hacerse con el control del esférico, sin embargo no eran capaces de crear peligro. Rafa Sáez tenía su estrategia montada, y sus jugadores la ponían en práctica. Se situaban bien en su campo, ocupando todos los espacios y evitando que los mirlos encontraran huecos por los que atacar. Pero las faltas sí las aprovechaban bien. Así fue como llegó su primera gran ocasión, pero el palo evitaba el gol del Castilla.
Corrían los minutos, pero sobre el verde se seguía dando la misma situación. Al Coruxo le costaba combinar, y solo Higón conseguía generar algo de peligro por banda derecha. Y cuando parecía que la igualdad iba a seguir mandando en el marcador, Óscar adelantaba a los blancos en el tiempo de descuento clavando por la escuadra derecha de Alberto.
El paso por vestuarios sentó mucho mejor a los madridistas. Salieron mucho más enchufados que los vigueses, combinando bien entre sí y generando numerosas jugadas de peligro. Pero no podían batir a un gran Alberto, que le ganaba un mano a mano a Mancebo. El Castilla atacaba por todos los flancos, pero sobre todo por el izquierdo, propiedad de un gran Franchu.
Los de Rafa Sáez no eran el bloque sólido y bien plantado de la primera parte, dejaban más espacios y llegaban tarde a cubrir al rival. Sin embargo fueron despertando y a partir de la hora de juego empezaron a llamar con fuerza a la puerta de Belman. Silva fue el que más lo intentaba, pero o bien el meta madridista frenaba sus intentos, o sus remates se iban desviados por poco.
El Coruxo estaba haciendo méritos para empatar el partido, pero Solari quiso revertir la situación con un cambio. Dani Gómez entraba al campo, y a los dos minutos le servía en bandeja el gol a Seoane. Sentenciaban los blancos a quince minutos del final, pero los vigueses no se daban por vencidos. Sin embargo, a pesar de todos sus intentos no lograron reducir diferencias.
Al final, victoria para un Real Madrid Castilla que mira hacia arriba a costa de un combativo Coruxo que no se despega de la zona de peligro.