La cara y la cruz. Un equipo guiado por su afición que con más corazón que cabeza sale de descenso tras 16 jornadas en dicha zona; otro que, por falta de las dos cualidades antes mencionadas vuelve a hundirse y a corroborarse como colista de la competición.
El partido era de esos en los que se piensa que se lo llevará el equipo que juega en casa, un partido en el que la fuerza mental es capital para mantenerse en él en todo momento, un partido igualado hasta el final… Y así fue. Y tanto que lo fue.
El Real Betis Energía Plus empezó muy concentrado, guiado por sus mejores jugadores, que junto a la buena defensa de los hispalenses conseguían la primera ventaja en el marcador y hacían que Epifanio pidiera tiempo muerto (7-14, min. 6). La correcciones del técnico sirvieron para que sus jugadores, con Thompson y Saiz mandando en la pintura y arrollando la nefasta segunda línea verdiblanca, lograran un parcial de 22-4 entre el final del primer cuarto y el inicio del segundo para coger ventaja (29-18). Pese a ello, el equipo de San Pablo supo cambiar la cara y darle de nuevo la vuelta al marcador (33-37 tras un parcial de 1-17). Con todo esto se llegó al descanso de forma muy igualada: 37-40.
Foto de ACB.
Tras el paso por los vestuarios el Real Betis Energía Plus jugó con su pequeña ventaja de una manera muy irregular llegando a ganar de 8 y 2 puntos en un mismo minuto, teniendo enfrente a un Burgos a remolque y con muchos fallos por parte de los dos equipos. Había mucho miedo a perder, y se notaba. Pero en ese momento Franch tomó las riendas de su equipo, anotando sobre la bocina del tercer cuarto un triple que llevaba los sevillanos a su máxima ventaja hasta el momento para encarar los últimos 10 minutos con tranquilidad (52-63).
Pero ni los locales ni mucho menos su afición bajaron los brazos y 12 puntos de Edu Martínez llevaron a un partido nuevo en el último minuto (78-78). Tras el tiempo muerto en ese momento, los dos equipos desaprovecharon sendas posesiones, pero unos tiros libres de Kelly ponían a los béticos por delante. Entonces volvió a tomar la responsabilidad Thompson, que con una trabajada canasta devolvió el empate al marcador. Schilb intentó ser el héroe, pero erró (algo que no hizo casi nunca durante el partido) y el encuentro se fue a la prórroga.
En ella se mantuvo la igualdad, pero Schilb falló dos veces para aumentar la mínima ventaja de su equipo, y lo aprovechó Burgos, que con una canasta de Saiz y un tiro libre de Fisher se ponía dos arriba (90-88). La responsabilidad por parte visitante cayó (equivocadamente) sobre Draper, cuyo tiro no entró, y dos tiros libres de Álex López cerraron el partido.
Así terminó un encuentro trepidante, con una afición merecidamente loca de felicidad por su equipo, y otra que vio como el suyo transformó en la mayor decepción de la temporada un partido que podría haber sido recordado como el triunfo más importante de la temporada. Pero esto sigue, ni uno se puede relajar ni el otro hundir. Quedan 18 jornadas. La lucha por la permanencia continúa.
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