La racha de 22 partidos invicto de Manchester City se rompió tras la derrota por 4-3 ante el Liverpool, en un juego salvaje y emocionante en Anfield el domingo.
Los ciudadanos de Pep finalmente tropezaron en un terreno donde el equipo tiene una larga historia de tropiezos, con solo una victoria de liga en 37 años. Finalmente, los celestes perdieron el partido en nueve minutos de éxtasis, donde el Liverpool marcó tres goles.
Chamberlain inauguró el marcador tras arremetida por la media cancha y remate desde fuera del área al 9′. Sané empató al 59′ después de una jugada personal por izquierda, finalizada con remate al poste del portero Karius. Con el marcador en 1-1, Firmino bañó al portero Ederson tras asistencia de Chamberlain para recuperar la ventaja para el Liverpool al 59′. Ejecutó así uno de los mejores goles del fin de semana en Europa. Al 61′ Mane marcó el tercero tras contragolpe fugaz y asistencia de Salah remeciendo las redes con cañonazo justo al ángulo. Por su parte Salah aprovechó un débil despeje de Ederson para anotar desde 45 metros al 68′.
Los tres goles presentaron errores en la que era en la previa, la defensa más equilibrada en la liga. El City no pudo manejar la alta presión del Liverpool liderada por el irrefrenable Firmino. El citizen amenazó con un regreso increíble después de los goles de Bernardo Silva al 84′ y Gundogan, en el primer minuto del tiempo de descuento. No obstante, la estructura defensiva del Liverpool aguantó en un final dramático.
Antes del domingo, City había ganado 20 juegos y había empatado otros dos esta temporada, lo que llevó a muchos a creer que el equipo de Guardiola podría emular a los Invencibles del Arsenal de la temporada 2003-04. Un triunfo en 2003 fue la única victoria del City en Anfield desde 1981, y el equipo de Guardiola comenzó como si supiera la historia reciente del encuentro.
Liverpool persiguió y hostigó al City utilizando la presión. Contó con un ex del Liverpool en sus filas: Sterling. Por su parte Firmino lideró a la presión desde su posición como centro delantero. La clave del partido fue la presión del sistema Klopp sobre el andamiaje celeste. El alemán tiene un aprendizaje sorprendente sobre el sistema de Guardiola. Nunca nadie le ganó tantas veces a Guardiola como Klopp (6). Con el gegenpressing como fundamento, le torció el brazo a Pep en Alemania y en Inglaterra. Presión alta y rápida, intensidad, agresividad, contragolpes; todo un concierto táctico que superó al Pepstyle.
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