Bien en defensa, bien en ataque, bien en tiro y con Corbaho de vuelta. Esas son las claves de un partido sobresaliente de Obradoiro en el que tumbó al vigente campeón, el Vaencia Basket (96-77), en un partido en el que brillaron Matt Thomas, Radovic y Alberto Corbacho para guiar a su equipo a su segunda victoria consecutiva y, de paso, romper una racha de seis años sin ganar al conjunto taronja.
El choque empezó con un 8-0 de salida para los santiagueses gracias a dos triples de Radovic, que logró reducir el Valencia apoyándose su juego interior, en el que el alemán Tibor Pleiss hacía daño. El Monbus Obradoiro buscaba un ritmo de juego alto para finalizar con sus exteriores; su rival vivía de las individualidades: Sastre y San Emeterio devolvieron la igualdad al electrónico (21-21, min.10).
Pero en el arranque del segundo cuarto el Monbus Obradoiro volvió a castigar al vigente campeón de la liga con su acierto desde la línea de tres puntos. Con dos triples seguidos de Matt Thomas se distanció y con otros tres de un «rejuvenecido» Alberto Corbacho pegó el acelerón definitivo ante la desesperación de Txus Vidorreta.
El Valencia Basket, con diecisiete puntos de desventaja (46-29, min.17), tuvo un amago de reacción entre el final del segundo cuarto y el inicio del tercero. Incluso llegó a bajar de la barrera psicológica de los diez puntos (48-41), pero no era su día y el Monbus Obradoiro, con una ágil circulación de pelota, estaba desatado.
Bendzius frenó la reacción con un triple al que respondió rápido Abalde, aunque de poco sirvió porque un nuevo triple de Matt Thomas -el undécimo de su equipo hasta ese minuto 32- y un posterior mate de Bedzius obligaron al técnico del Valencia Basket a pedir tiempo muerto (58-44).
Su equipo, sin intensidad defensiva y muy errático en ataque, fue incapaz de meterse en el partido. Su rival no bajó el ritmo, sumó su segunda victoria consecutiva y se cargó de moral para pelear en la segunda vuelta por cumplir su sueño de disputar la fase final por el título.