Esta tarde hemos vivido otro derbi intenso en menos de una semana y media donde podíamos observar que Valverde iba a rotar ante Espanyol, ya que el próximo partido de la vuelta de la Copa del Rey es el jueves a las 21:30 frente al Valencia, además de que Quique Sánchez Flores iba a salir con el mismo once y con la idea de presionar desde el primer minuto. Messi debe alegrase por haber empezado de suplente porque hoy el campo no estaba en condiciones para disputarse a causa de la llovizna que ha caído.
Los primeros minutos empezaron ambos equipos con timidez mientras podíamos ver a un Barcelona con problemas con el movimiento del balón y que aprovechaban los pericos con su presión. Tuvimos la ocasión de ver un gran disparo de Coutinho al larguero que pudo ser un golazo del brasileño, además de una buena falta lanzada de Luis Suárez por encima de la barrera antes del descanso (0-0).
Tras el descanso, el Espanyol aprovechó el «talón de aquiles» del Barcelona que son los laterales Semedo y Digne que se encuentran en un estado de forma desastrosa para estar en un nivel de competitividad por la titularidad en el equipo culé. Se demostró en el minuto 66 con un centro de Sergio García donde Digne no fue a tapar y no pudo evitar Piqué el gol de Gerard Moreno de cabeza, que Ter Stegen paró pero los guantes mojados y los charcos no pararon el remate. Valverde harto, acabó con Semedo y Digne de nuevo y el Barcelona renació. Tal es así, que en una falta botada por Messi, se la puso a Piqué para empatar el partid en el minuto 82, dejando claro que el karma no perdona.
El partido acabó muy caliente con entradas muy duras y discusiones entre jugadores mientras que algunos evitaban este tipo de polémicas con gestos de deportividad como es el caso de Sergio García y Gerard Piqué. El Barcelona sigue líder e invicto con 58 puntos mientras el Espanyol se encuentra a 8 puntos del descenso.
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