Fernando Alonso ha compartido estos tres últimos días con sus compañeros para el WEC, (Buemi, Conway, Nakajima, Kobayashi, Davidson y Pechito López) en el circuito del Algarve (Portugal). El piloto español ha completado con éxito la jornada de test que el equipo Toyota había programado para llegar en las mejores condiciones posibles a la cita de Spa.
Toyota será el único equipo oficial en su categoría, un reto que les hará competir contra si mismos para ganar el campeonato y Le Mans, objetivo aún no cumplido por parte de la escudería japonesa.
«Se supone que vamos a ser el coche de referencia y si lo somos, vamos a disfrutarlo, a disputar las carreras sin errores por nuestra parte para sacar ventaja a esa circunstancia”, afirma Fernando Alonso.
«La resistencia es otra disciplina y otra filosofía. Aquí se busca la consistencia. Haces una vuelta a 1:30 y 40 vueltas después sigues clavando ese tiempo porque todo el coche está diseñado para mantener esa consistencia en carreras de larga duración. Es algo que llama la atención e intentas disfrutar».
“El desafío es Toyota contra Le Mans, no contra los rivales, ya que la propia carrera te pone al límite, al coche, al equipo, a los mecánicos, a los pilotos…», asegura Alonso. «Hay tantas variables en una carrera de 24 horas que para Toyota, ahora mismo, más que estar pendiente de los rivales y los otros LMP1 y de lo que puedan hacer, el verdadero desafío es la propia Le Mans y esa es la grandeza de este proyecto».
Alonso, que correrá tanto en F1 como en el WEC, se ha marcado como objetivo ganar la prestigiosa prueba francesa y el mundial.
«Hay mucho que ganar, y quizá mucho que perder, pero cuando hay algo que ganar ya merece la pena. Tengo claro que estaré en Le Mans 2019 porque el objetivo no es sólo ganar allí, sino ser campeón del mundo de resistencia y para eso debes de correr las ocho carreras. Confirmado que voy a hacer todas», asegura con rotundidad el piloto de McLaren.
Por otra parte, Alonso habla de las diferencias entre pilotar un F1 y el Toyota TS050 Hybrid 2018: “Son coches diferentes. La mayor diferencia es la tracción total, que te cambia el modo de conducir, la forma de acelerar en la salida de las curvas. Hay una mayor libertad en los diferentes sistemas del coche que lo que existe en la F1, como por ejemplo en el control de tracción y otros dispositivos de asistencia, que aquí está muy desarrollados, son muy sofisticados, y en la F1 están prohibidos», explica.
“La manera de trabajar es diferente porque la competición y la forma de afrontar las carreras es diferente. Aquí se busca la resistencia y la fiabilidad total. No sin importar las prestaciones, pero son una segunda prioridad», finaliza.