En el comienzo del cotejo, Nacional tuvo la iniciativa del partido, cuando todos suponíamos que sería al revés, ya que con el 2-2 de la ida Banfield estaba obligado a ganar o a empatar con el mismo resultado para forzar los penales.
A los 11 minutos, Matías Zunino habilitó a Santiago Romero, pero no pudo vencer a Mauricio Arboleda, quien envió el balón al córner. El Taladro, por su parte, se replegaba y esperaba por jugar de contragolpe, sin darle acción a sus principales figuras como Jesús Dátolo, Pablo Mouche o Darío Cvitanich.
Todos las ofensivas del conjunto argentino eran con pelotas detenidas, su especialidad, como ya mostró en la ida en Buenos Aires. Cuando apenas había pasado media hora de partido, Renato Civelli le bajó el balón a Cvitanich en el área, pero Esteban Conde se lució para mantener a su valla invicta.
Con un primer tiempo bastante aburrido, Carlos de Pena lo cerró con un fuerte disparo que pasó besando el palo derecho del arco del conjunto dirigido por Julio César Falcioni, que respiró y salió bastante aliviado al segundo tiempo, sabiendo que de todavía estaban 0-0.
Ya con menos tiempo, el Verde se apoderó del juego, dominando el balón y no entregándolo en vano. De todos modos, no generó suficiente peligro como para inquietar a los de Alexander Medina. Apenas un disparo de tiro libre por parte del Maestro Dátolo, que fue contenido por Conde en dos tiempo.
Los dueños de casa no se apresuraban cuando disponían de la pelota, sabiendo que el empate les servía, y así no se arriesgaban a que un gol rival los saque del partido. Sin embargo, esto no era excusa para su mal juego por momentos, donde no podían acercarse al arco rival.
A los 28 minutos del segundo tiempo, se desató la furia de todos los jugadores, cuerpo técnico e hinchas de Banfield en el estadio. Dátolo y Nicolás Bertolo hicieron una magnífica pared, y el ex Boca y River fue claramente cruzado por el Colo Romero, pero el juez Sandro Ricci no vio la penal. Aunque esta jugada pudo haber sido infracción fuera del área, ya que la falta fue prácticamente sobre la línea.
Para colmo de la furia de los argentinos, Ricci se lesionó por lo que el juego fue detenido varios minutos, mientras éste era asistido por los médicos del elenco local. Cuando se reanudó el juego, unos minutos más tarde, el arbitro brasilero expulsó a Adrián Sporle por doble amarilla, dejando al verdiblanco con 10 hombres.
Todo era caída libre para Banfield, que evitó quedar afuera de manera prematura, ya que su arquero le tapó un tiro a Gonzalo Bergessio y después Matu Zunino definió por arriba del travesaño en el rebote. Pese a todo esto, en el minuto 94, con la visita buscando el gol clasificatorio, el propio Zunino se fue sólo ante los dos centrales y con un disparo a colocar liquidó la serie.
Con toda la fuerza e ilusión del mundo, Falcioni llegó con su equipo a Uruguay, tras una nueva sesión de quimioterapia a causa de la enfermedad de cáncer que sufre. La bronca acumulada fue la que ganó, y todo el equipo del Sur de Buenos Aires fue a protestar por el penal que no había advertido el juez. Como consecuencia, Renato Civelli vio la tarjeta roja por exceso verbal. A su vez, la policía estaba impidiendo que golpeen al árbitros y varios jugadores le pegaron a los escudos de las fuerzas armadas. Mientras tanto, fuera del campo, los hinchas se treparon al alambrado y lo pateaban, amenazando con invadir el verde césped. Por suerte, no pasó a mayores.
Por su parte, Nacional avanzó al Grupo F de la Copa Libertadores, y lo compartirá con Santos de Brasil, Estudiantes de Argentina y Real Garcilaso de Perú.
Escrito por: @CHBSports