Desde los primeros compases, el Albacete dio muestras de sus ansias de deleitar a sus aficionados con una victoria. Un par de ocasiones durante los diez minutos iniciales desembocarían en el primer gol del encuentro. Aridane, que había comenzado el partido de manera muy intensa, remataría a las redes numantinas con la testa un balón puesto al interior del área por Susaeta. Golpe muy duro para el Numancia, que no se encontraba sobre el terreno de juego.
El conjunto local se mostraba muy cómodo con el balón, sobre todo en los pies de Susaeta, que estaba dando un recital a la hora de colocar centros en el área rival. El conjunto soriano, poco a poco, parecía asentarse e intentar alguna jugada combinativa con la que crear peligro, pero sus incursiones no se acercaban a la meta defendida por Tomeu Nadal.
El tempranero gol de Aridane había hecho mucho daño al cuadro visitante, algo que favorecía a los pupilos de Enrique Martín, que dominaban de forma incuestionable sobre el tapete albaceteño. Los locales se movían a su antojo y dispondrían de alguna ocasión más para ampliar su ventaja antes del descanso. Una última oportunidad de Bela pudo situar el 2-0, pero su disparo en el saque de falta no cogería portería.
Al poco de comenzar los segundos 45 minutos, el Albacete tendría una nueva ocasión para colocar el segundo, pero Bela no lograría conectar el esférico hacia la portería rival. A diferencia del primer periodo, el conjunto soriano había entrado muy bien al campo y estaría a punto de conseguir el empate, con Dani Nieto y Manu del Moral muy activos, pero sin acierto de cara a gol.
El equipo visitante se había sacudido del letargo y había arrebatado la batuta del encuentro a los locales, que sufragaban como podían los acercamientos de sus rivales. La superioridad de los hombres de Arrasate era absoluta, con continuas llegadas que mantenían en advertencia a la zaga manchega. A pesar del cambio de roles, Bela dispondría de una oportunidad para contestar al cuadro numantino, pero Carlos Gutiérrez cortaría su remate sobre la línea de gol.
La intensidad en el terreno de juego era patente y, como consecuencia, los dos entrenadores introducirían refuerzos para cumplir sus respectivos objetivos en el encuentro. El desenfreno del Numancia por lograr el empate se acrecentaría en los minutos finales, lo que provocaría un exceso de tensión sobre el campo, con el reparto de varias amonestaciones para jugadores de ambos conjuntos. Sin embargo, el resultado no variaría y se oficializaría una nueva victoria del Albacete tras cuatro partidos sin cosechar los tres puntos.
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