Suenan tambores de guerra, se acerca esa fecha marcada en rojo en el calendario. Llegó la semana del derbi, nuestra semana grande, esa en la que cada uno de sus 7 días tiene 24 horas que se hacen eternas. Pasa el día 1, todavía con la resaca de la última victoria, y en la cabeza ya sólo resuena una palabra: derbi. Llega el día 2, los nervios crecen y buscas un hueco durante el día para visitar el Cartagonova y recoger lo más preciado de esta semana, tu entrada del partido.
Es el día 3 y comienzas a hacerte a la idea de que el domingo está más cerca, cada vez queda menos para ese desplazamiento que tanto nos gusta a los cartageneros. Además llega la Tertulia Blanquinegra desde Murcia, con los entrenadores de los dos equipos como invitados principales, huele a fútbol por los cuatro costados. Llegamos al día 4, el ecuador de una semana que se está haciendo eterna. No vemos otra cosa más allá del derbi. La taza de café de la mañana te recuerda el blanco y negro que corre por tus venas. Pronto, muy pronto, llegará el ansiado día.
Es el 5º día, ya solo quedan 2 para el derbi. Notas el revoloteo de mariposas en el estómago, esas mariposas que indican el amor por tus colores. Ya queda menos. Llega el día 6, no te crees que queden sólo 24 horas para el derbi. Tu zamarra albinegra está lavada y planchada, tu bufanda lista para ser ondeada y tu garganta, cuidada con un mimo especial durante la semana, está lista para animar a tu equipo. Las peñas dejan listas sus banderas y bombos, todo listo para el derbi. Cae la noche y apenas puedes conciliar el sueño. Los nervios te invaden, mañana es el gran día.
Amanece en Cartagena, te levantas y una sonrisa de oreja a oreja ocupa tu cara: ha llegado el gran día. Te levantas y preparas tus mejores galas: te pones la elástica albinegra, coges la bufanda y pones rumbo al Cartagonova. Comienza a llegar gente al templo, cada vez se dejan ver más albinegras por la zona. Te tomas tu asiático en la Terraza del Cartagonova justo antes de subir al bus, todo el mundo está listo para ir a disfrutar de la gran fiesta del fútbol regional.
Llegó el momento, esto comienza, subes las escaleras del bus, te colocas en tu asiento y antes de salir rumbo a Murcia suena un grito unánime: ¡EFESÉ!
Juan Antonio Acosta Navarro, para Grada 3 y Efesista.es de Efesista App.
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