El partido comenzba bien para los gallegos que hasta que Pablo Laso pidió tiempo muerto en el minuto 7, tenían una renta de 10 puntos (8-18). A partir de ahí, el Real Madrid despertó, mejoró el defensa y dio la vuelta al partido. En los tres minutos que restaban para llegar a la conclusión del primer cuarto, el Madrid hizo los deberes con un 11-0 que le permitió cerrar el periodo en positivo, 19-18.
El parcial siguió abierto en los siguientes 30 segundos del segundo acto con un 4-0 a cargo de Chasson Randle para un 23-18 y un parcial de 15-0, en el que Jaycee Carroll ejerció de asesino silencioso. Mejoraron los blancos a los que aún les quedaba una asignatura pendiente en defensa en el poste bajo. Fue el capitán Felipe Reyes el que ocupó su posición natural y levantó un muro inexpugnable para los jugadores del equipo gallego.
Al descanso se llegó con un 40-32, es decir 32-14 de parcial.
En la segunda parte bajó una marcha el Madrid, algo que no aprovechó su rival que no tiró de garra y se dejó comer por el pez grande. Los líderes de la competición fueron abriendo brecha en el marcador sin que el equipo gallego pareciera tener algo más que ofrecer más allá de su brega y lucha. Al final del tercer cuarto, 62-42, con 22-10 de parcial.
Laso, que dio descanso total al alero francés Fabien Causeur, siguió repartiendo minutos, con Santi Yusta aprovechando de nuevo oportunidades y con Radoncic mejorando atrás aunque con evidentes problemas. Carroll siguió a lo suyo, anotando y Randle mostró mejoría, aunque continua sin parecer un base generador de juego.
El Monbus Obradoiro se acercó, 69-56 (m.36.20), aprovechando la desconexión madridista en el último periodo. Salió Luka Doncic por Randle y el Madrid ganó por 78-65 y es el primer equipo clasificado para los playoffs.