Houston, que repartió 15 asistencias, por debajo de las 21 que promediaron en temporada regular, y que tuvo un 27% en triples, compensaron dichas carencias con 8 robos y 8 tapones, muy por encima de los 3 robos y 2 tapones que hizo Minnesota. En las estadísticas de asistencias y porcentaje de tiros de tres se puede apreciar el trabajo defensivo del conjunto dirigido por Thibodeau. No obstante, Towns y Butler, a priori los lideres del equipo, cuajaron un mal partido en el apartado ofensivo con 8 y 13 puntos respectivamente.
Los locales quisieron marcar las diferencias desde el inicio, sobre todo con acciones defensivas que hicieron levantarse a los espectadores de sus asientos, como fueron los tapones de Canela, y a los seis minutos ya ganaba de diez puntos de diferencia. Los Timberwolves a base de insistencia y mejoría en el acierto con los tiros empataron el partido. De hecho, los visitantes tuvieron un 2/10 en tiros de campo al principio del cuarto, para acabar con un 6/11 en el tramo final del cuarto.
En el segundo cuarto los visitantes empezaron muy intensos e igualaron el marcador a los pocos minutos. Esa igualdad se mantuvo durante todo el cuarto y la diferencia estaba en un punto. Entonces Capela y Harden consiguieron un parcial de 11-0 para su equipo, lo que les permitió escaparse y acabaron ganando el segundo cuarto. Cabe destacar la energía y el buen hacer de Derrick Rose que completó un gran encuentro. Al descanso el resultado era 47-54.
El tercer cuarto siguió la tendencia del anterior: igualado y con alternancias en el marcador. Aún así los Wolves pudieron ponerse por delante y se mantuvieron por delante varios minutos. Harden estuvo al nivel que se esperaba, el de toda la temporada, nivel de MVP. Los Rockets remontaron la diferencia gracias a su estrella, que lideró al equipo en los tramos decisivos. El equipo de Tom Thibodeau ganó este cuarto y recortó tres puntos.
También, el último cuarto estuvo nivelado y disputado hasta el final. Harden con varias canastas y triples seguidos quiso poner la directa para llevarse el partido, lo que les dio aire a su equipo ya que los visitantes resistían y seguían en la pelea. De hecho, Butler tuvo en los últimos segundos un triple para llevar el partido a la prórroga, pero fue forzado y no tocó el aro.