Estimado Sr Alemany:
Se ha ganado, formando binomio con Marcelino García Toral, el respeto de su afición, hastiada de una gestión que le daba la espalda demasiado asiduamente y que solo velaba, erróneamente, por intereses económicos que a la postre resultaron peores para la propiedad.
Cuando los jugadores son solo vistos como mercancías disponibles para el mercado de traspasos, cuando su rendimiento deportivo no es la base para su revalorización y cuando solo ven al Valencia CF como una mera estación de paso en su carrera, el equipo acaba viéndose afectado.
El mayor éxito del técnico, éxito atribuible en igual medida a quien lo eligió por delante de otras opciones estudiadas para el banquillo de Mestalla, es haber conformado un bloque solidario, donde el esfuerzo colectivo va mucho más allá de la suma de los esfuerzos individuales, donde el rendimiento individual se ve mejorado dentro de un grupo que funciona y donde el valor de todos y cada uno de los jugadores se ha visto incrementado al final de la temporada.
Todo ello ha derivado, o derivará con toda seguridad, en la próxima participación en la Champions la temporada que viene. Es evidente que cuando la planificación deportiva es buena, lógica y la llevan a cabo profesionales duchos en la materia, los resultados llegan y la parte económica se ve mejorada, aspecto este que gustará y mucho, suponemos, a la propiedad.
Hasta ahora su parcela ha tenido, por ilógico que parezca para un director general, más relación con aspectos deportivos que de gestión económica y es en esta faceta donde radican sus principales éxitos. Este verano se presenta como el de la confirmación de una buena gestión, como el de dar un paso más en llevar al Valencia CF al lugar del que nunca debió salir.
La feligresía blanquinegra recela, y no sin razón, de posibles ventas de estandartes, de jugadores franquicia y de referentes valencianistas. Históricamente hemos sido un club vendedor y esto no ha de resultar un problema, siempre y cuando los recambios sean de garantías y no disminuyan el rendimiento de la actual temporada. ¿ Vender? Sí, pero con cabeza, planificación y haciendo caso a los profesionales.
La afición ha de seguir teniendo jugadores con los que identificarse y ello no pasa, precisamente, por cambios drásticos y revoluciones en la plantilla año tras año. Hay una columna vertebral que funciona, una base de jugadores de la casa que representan el sentimiento de la parroquia che y unos jugadores que resultan de tirón mediático y aportan factores diferenciales en el aspecto deportivo.
En sus manos está no decepcionarnos, en su gestión y habilidad negociadora está el conformar un plantel de garantías para ilusionarnos, en su capacidad para lidiar con la propiedad está el hacerles ver que si un año bueno multiplica ingresos y valores de mercado, mantenerse en la élite deportiva y económica no es posible sin inversión.
@VicentSarrion