Desde el Inicio se notó que el Nàstic necesitaba una victoria para sellar su permanencia dependiendo de sí mismo, no obstante, el resultado dejó contentos a todos. Al Rayo le bastaba con hacer un resultado similar al Huesca o mejor para proclamarse campeón.
Ambos resultados se dieron en un duelo vibrante en el cual los franjirrojos no bajaron los brazos y donde el Nàstic fue capaz de cumplir con su obligación y sellar ante su afición una permnencia que ponía fin a una temporada muy complicada y que seguro que analizarán.
El Rayo salía con un equipo poco habitual que tenía mucha ilusión por conseguir un objetivo único para la historia del equipo como era ser campeón. Al comienzo del partido intentó proponer su juego como de costumbre pero se vió inundado por un Nàstic que presionaba en tromba debido a lo que se jugaban.
La primera parte fue totalmente del equipo tarraconense que consiguió ponerse por delante en el minuto 13 tras un gran remate de Álvaro Vázquez que cabeceaba un centro preciso de Kakabadze desde el lateral derecho. El bello gol no sería este, ya que dieciocho minutos después Manu Barreiro lograba un tanto de chilena tras un buen centro de nuevo del mismo protagonista.
El rayo buscó reaccionar en la segunda mitad buscando con muchos artificieros el gol. No tuvo suerte y además fue determinado por la expulsion del ‘Chori’ Domínguez por perder tiempo en un saque de esquina cuando ya poseía una amarilla.