La nueva pretemporada ha echado ya a andar y uno de los más madrugadores no ha sido otro que el Movistar Estudiantes. Con su plantel ya al completo, los colegiales se ejercitan con la mente puesta en la primera eliminatoria de Champions League en tierras suecas frente a Norkköping.
Mientras que otros conjuntos todavía no han cerrado sus plantillas, el equipo del Ramiro cerró la suya a principios de agosto con la incorporación del escolta, Gian Clavell, que se unirá a la del también exterior Zoltan Perl, y la del pívot Nikola Jankovic.
Todas ellas caras nuevas en un roster que cuenta con la continuidad de ocho jugadores de la temporada pasada: Omar Cook, Ludde Hakason, Darío Brizuela, Edgar Vicedo, Dagoberto Peña, Nik Caner-Medley, Goran Suton y Victor Arteaga. Precisamente dicha continuidad ha sido considerada tanto por Berrocal como por Willy Villar como una baza para los primeros encuentros de la temporada.
Sin embargo, la directiva colegial no cierra la puerta a un posible fichaje de última hora, ya que solo cuentan con cuatro interiores para afrontar dos competiciones, que podrían ser incluso tres: Si los madrileños consiguen quedar por delante del ‘Fuenla’ en la clasificación al finalizar la primera vuelta, estos recibirán una invitación para disputar la Copa del Rey que se celebrará en Madrid en febrero.
No obstante, el verano en el Ramiro no ha sido un camino de rosas, y es que Willy Villar se ha visto en la tesitura de cerrar una complicada renovación de uno de los baluartes del vestuario azul: Omar Cook. Después de ser máximo asistente de la Liga Endesa y de la Champions League, el club poseía una opción para renovarle automáticamente, que por supuesto ejerció. Pese a ello, según fuentes como Encestando o Ignacio Ojeda, de PoblaFM, el base cambió de agencia de representación y pidió renegociar un aumento de sueldo. Finalmente las partes llegaron a un consenso y el veterano americano se convirtió en el jugador mejor pagado de la plantilla. Una decisión complicada, ya que el jugador con pasaporte montenegrino tiene ya 36 años.
Asimismo, se cerraron las continuidades de Goran Suton y de Edgar Vicedo -esta última con la temporada todavía en juego- que supusieron de la misma forma una inversión económica. Por tanto, el presupuesto para nuevos fichajes para esta nueva campaña se habría visto reducido, razón por la que se ha realizado una apuesta por una plantilla de once jugadores en lugar de doce.
Cabe recordar que la situación económica del equipo sigue condicionada por el programa de pagos que los ramireños acordaron con hacienda durante 2017: Según una información publicada por Palco23, «los algo más de seis millones de euros que se deben a Hacienda se pagarán en un periodo de seis años a partir de octubre de 2018, hasta octubre de 2023, con pagos periódicos de poco más de un millón de euros.» Además confirma que «el ‘Estu’ tiene la obligación de destinar a este pago el 50% de los ingresos por venta de abonos, el 50% de la facturación de la ACB y de competiciones europeas, el 50% de la venta de jugadores y el 100% de los ingresos por créditos con terceros.»
Pese al hándicap que esto ha podido suponer, Villar ha logrado confeccionar un buen bloque que no debería pasar apuros a la hora de mantenerse en ACB. Sin embargo, la parroquia colegial quiere más y, por supuesto, lo demanda. Superar las fases previas de la Champions se antoja como el objetivo número uno a estas alturas, pero los azules a buen seguro mantendrán un ojo en la tabla clasificatoria para luchar por una Copa del Rey en la que jugarían en casa.
La plantilla ha perdido a su gran estrella de la temporada pasada, Sylven Landesberg, pero las llegadas de Jankovic y Clavell están llamadas a paliar su marcha. A priori, puede parecer que el nivel del equipo es menor respecto al del año pasado, pero si los fichajes se adaptan bien, podemos encontrarnos ante la posible revelación de la liga. La continuidad como receta para el éxito.
@alenmartin95