Real Madrid y Espanyol se enfrentan este sábado por la noche en la capital en un partido que pinta muy interesante. Lo es porque el conjunto blanco se tropezó en el último partido de Liga y no puede hacerlo más, si no quiere perder de vista al Barcelona. Además el equipo periquito lleva un par de partidos ganando confianza y haciendo un buen juego colectivo y llega al Bernabéu con ganas de dar la sorpresa.
22 años sin ganar
Ganar en el Bernabéu siempre es bonito, pero lo es aún más si llevas muchos años sin poder conseguirlo. Este es el caso del Espanyol, que lleva con este, 22 años sin ganar al Real Madrid como visitante y quiere acabar con esta mala racha que arrastra des de que Jordi Lardín marcó un doblete para llevarse la victoria del Bernabéu en el abril de 1996 por 1-2. Des de aquel entonces, el conjunto perico solo lleva 3 empates. El último conseguido en la temporada 2012- 2013 y todo lo demás son victorias para los merengues, que están haciendo de los blanquiazules, su víctima favorita.
Rotaciones, factor clave
Junto con el partido en San Mamés y el de Champions ante la Roma, el partido de este sábado será el tercer partido en siete días para el Madrid. Eso sumado con el hecho de que la semana que viene hay jornada intersemanal, el técnico madridista, Julen Lopetegui, se va a ver obligado a hacer varias rotaciones. Y eso es lo que puede aprovechar el Espanyol que, con la excepción de su central David López, que tiene molestias, cuenta con todas sus mejores armas para derrotar a los merengues.
La incógnita en el conjunto periquito, es si su entrenador, Joan Francesc Ferrer “Rubi”, va a utilizar el once titular que lleva utilizando des de hace tres partidos y que le está dando tantos frutos a nivel de juego. La otra variante preferirá dar minutos a jugadores que no están teniendo tanta continuidad a pesar de ofrecer un buen rendimiento cuando salen des de él banquillo.
El Espanyol; optimista. El Madrid; a lo suyo
Después de ofrecer un buen juego y conseguir los tres puntos ante el Levante la pasada semana ante su afición. Tanto aficionados como los propios jugadores del conjunto catalán se han mostrado muy optimistas durante toda la semana y el mensaje que transmite el vestuario es que la victoria en la pasada jornada. El buen juego mostrado por el equipo durante lo que llevamos de curso les dan confianza para ir, hacer un buen partido y a lo mejor, llevarse algún punto de la capital.
El Madrid por su lado, no ha tenido tregua en toda la semana prácticamente, ya que después del empate en tierras vascas, el vestuario tenía que olvidarse de aquello y centrarse en el partido de Champions ante la Roma que disputaron y resolvieron con contundencia el pasado miércoles. Ahora, con la mochila de ganar de nuevo en la espalda, se van a centrar en el conjunto blanquiazul, el cual está situado a la parte alta de la clasificación a solo cinco puntos del líder. Tan solo tres menos que el equipo madridista.