Un encuentro donde Oltra parecía ser el protagonista de la noche, por estrenarse una nueva temporada con su Tenerife y frente a su ex equipo, y con sus cambios en el once tinerfeño, daría comienzo con un Córdoba muy ofensivo que quería ser protagonista. Pero los problemas con el esquema de los visitantes comenzaría pronto, ya que saldrían para encerrarse en cada ataque de los andaluces.
La insistencia blanquiverde
La tónica del partido estaba cogiendo cada vez más los colores de los locales. Oltra había decidido mandar a sus jugadores atrás y esperar para salir en contraataques rápidos. El peligro de esta situación para el Tenerife era que le estaba dando por completo la dirección del encuentro a su rival, una apuesta peligrosa que le podía salir bastante cara.
En el centro del campo se estaba librando una guerra y no era precisamente por el control del esférico. El Córdoba estaba intentando entrar con paciencia, tocando con Aguado como líder del equipo, pero la defensa tinerfeña estaba imposibilitando llegar a la portería de Dani Hernández. Pero aún así, los blanquiverdes conseguían llegar para morir en la orilla al final, ya que el balón no conseguía entrar.
Naranjo adelanta a los suyos
Los goles no llegaban, ningún equipo quería perder y el único que intentaba crear algo de juego era el Córdoba CF. Los últimos intentos antes de marcharse al túnel de vestuarios llegaría de la mano de Jaime Romero y Fernández, quienes pondrían a prueba al guardameta visitante en dos ocasiones consecutivas.
Pero el fútbol no siempre es justo para el equipo que lleva la voz cantante. Estaba a punto de terminar la primera parte cuando Bambock realizaba una falta fuerte sobre Milla a una distancia media del área de Alberto. Naranjo sabía que no iba a tener otra ocasión como esa, por lo que tiraría la falta con todas sus fuerzas, desviándose el balón por la barrera y evitando así la estirada del guardameta del filial blanquiverde que hizo todo lo posible por evitar el tanto tinerfeño.
El Córdoba sale a por todas
Los segundos 45 minutos iban a comenzar con un Córdoba muy metido en el área del Tenerife, tanto que el linier anularía un gol por supuesto fuera de juego de Jaime Romero tras una bonita combinación entre Bambock y Blati Touré nada más sacar este último desde el centro del campo.
La dinámica poco iba a variar en los próximos minutos. Aunque los cordobesistas no llegaban a acercarse por completo al área de Hernández y Alberto conseguiría evitar el segundo por un tiro de de Acosta, se estaba viendo a unos locales con mucha más ambición. Solo habría que ver a los diez minutos de la segunda mitad una nueva oportunidad para Quintanilla, quien no encontraría portería.
Las cosas se le iban a complicar aún más las cosas para el Tenerife cuando en un balón alto y profundo, Luis Pérez arroyaría a Piovaccari, quien entraba como un avión por su banda, viendo así su segunda amarilla y marchándose al vestuario a falta de media hora de partido por disputar aún.
Final agónico
El encuentro se estaba convirtiendo en su final en un asalto constante al área de los jugadores de Oltra. Los centros desde las bandas eran constantes y la defensa isleña trataba de echar todos los balones posibles fuera. Además, los cambios de ambos técnicos iban en la misma dirección; los locales trataban de echar la mayor leña posible al fuego, mientras que los tinerfeños se reforzaban defensivamente.
Las ansias por marcar le estaban pasando una mala pasada a los de Sandoval y eso estaba llevándoles a no concretar en los últimos metros, ya fuese con tiros malos o centros poco precisos. Pero la insistencia tenía que dar sus frutos al final y en una jugada donde Jaime Romero ponía de nuevo a prueba a Hernández, en el rechace caería Piovaccari dentro del área. Los protagonista previos serían de nuevo los que estarían frente a frente y sería Dani Hernández quien ganaría de nuevo en la pena máxima.
Pero Aguado tenía un As guardado bajo la manga e iba a enamorar de nuevo a toda la grada del Arcángel. Un rechace más del área tinerfeña llegaría a la frontal del área donde se encontraba el joven blanquiverde, quien no iba a dudar y empalmaría el balón al fondo de la portería visitante.
Y aunque ambos conjuntos lo intentarían en los últimos minutos, teniendo Alfaro la última, el pitido final de David Pérez Pallás declararía el empate para ambos conjuntos con un gol de cada equipo, dejando claro que el Dani Hernández y Aguado habían sido los héroes del encuentro.