Un solitario tanto de Sergio Benito, logrado en los primeros compases del choque, fue suficiente para dejar los tres puntos en casa. Los fabriles protagonizan un gran inicio de temporada, alargando su idilio con Lasesarre -21 partidos invictos como locales -. Enfrente tuvieron a un Arenas Club que plantó cara, tuvo personalidad y buenos momentos de juego pero careció de acierto en los metros finales.
Los baracaldeses comenzaron mandando
Buen comienzo de partido por parte de los locales, que salieron dispuestos a marcar el territorio desde los primeros compases del encuentro. Así cuando no habían transcurrido ni tan siquiera cinco minutos Sergio Benito se zafó de su marcador con un buen regate y consiguió sacar un certero disparo que se alojó sin paliativos en la portería defendida por Txemi Talledo.
El derbi de los margenes, se puso de cara para los intereses fabriles, ante un Arenas agarrotado en los primeros compases que se libró de males mayores gracias a la acertada intervención de su cancerbero, en un mano a mano ante Álvaro Barbosa.
El Arenas se adueñó del esferico
El siete de los gualdinegros en este primer acto, fue un dolor de cabeza constante para la zaga visitante. Fran García también lo intentó por parte de los locales con un disparo que salió alto. Con el paso de lo minutos la tendencia fue cambiando y los de Jabi Luaces, se sacudieron la galbana y comenzaron a coger el aire al partido protagonizando alguna combinación de mérito, sucediéndose alguna llegada arenera que inquietó a la parroquia local.
Aitor Ramos se dejó ver con sendos remates, pero los fabriles cada vez que llegaban daban más sensación de peligro. A diez para el descanso Txemi y Barbosa volvieron a encontrarse, ganando la partida de nuevo el veterano cancerbero de los visitantes.
La última del primer tiempo la tuvieron los de Aitor Larrazabal, con un lanzamiento de falta desde la frontal de área que David de Paula estrelló contra la barrera. Un primer tiempo que careció de ritmo durante varias fases del mismo y en el cual los gualdinegros se mostraron muy cómodos gracias al tempranero gol anotado.
Un segundo acto con todo menos con goles
El inicio del segundo tiempo fue un calco al del primero. Buena salida del Barakaldo, que tuvieron la primera ocasión en un remate de Benito que se fue por encima del travesaño. Pero al Arenas se le veía otra estampa, intensos en la presión y con más efectivos en campo contrario comenzaron a llevar la manija del choque y a llegar a las inmediaciones de Viorel con asiduidad.
Dani López que había sustituido a Luis Martínez en el entretiempo, acabó un par de jugadas de los areneros, sin trascendencia para el marcador. El dominio era foráneo y los místeres buscando oxígeno y alternativas comenzaron a mover fichas. Larrazabal introdujo en el campo a David Toro por un desasistido De Paula y a Dopi por Fran –que salió lesionado del terreno de juego-, mientras que Luaces metió a Jordan en detrimento de Celador.
En esta fase se vieron buenos minutos de los de la margen derecha creando peligro a balón parado y metiendo a los fabriles en su campo. Etxaniz de acrobático remate pudo empatar la contienda y Jordan en el lanzamiento de un saque de esquina casi convierte un gol olímpico a imagen y semejanza de su compañero Ander Gayoso la pasada jornada. Otra vez Etxaniz pudo empatar, pero con todo a favor tras superar al meta local, observó con impotencia como Picón le negaba el gol a su equipo sacando el esférico de la raya.
Un final no apto para cardiacos
A quince para el final el técnico de los visitantes gastó su última bala introduciendo en el campo a Urkiza por Aitor Ramos. Los últimos minutos fueron una auténtica locura con ocasiones para ambos bandos, tarjetas y expulsiones.
Los visitantes continuaban asediando el marco de Boian, pero de repente se vieron frenados en su ímpetu, motivado por la expulsión de Markel Lozano al ver su segunda cartulina amarilla. Etxaniz lo seguía intentando sin acierto y las protestas, parones y tarjetas se sucedían.
El preparador físico del Arenas también fue expulsado. Era momento de balones largos en ambas direcciones buscando llegar cuantos antes a las inmediaciones del área contraria, disputas constantes y mucha fatiga en las piernas.
Carles Marc, fue una de las víctimas de este trepidante final y tuvo que retirarse a la banda con molestias, equilibrando la inferioridad numérica visitante. Pero el marcador no sufrió alteración alguna y los tres puntos se quedaron en casa relanzando a un Barakaldo que está protagonizando un gran inicio de temporada.