En una animada tarde de fútbol por el posterior derbi que se vivirá entre los dos grandes del fútbol madrileño, arrancó el partido con un Castilla dominador. El filial madridista, que está realizando un inicio del curso ilusionante, distribuía el balón ante la oposición del Navalcarnero, que esperaba a sus rivales sin prisa y con la intención de no cometer errores. Seoane, a los 15 minutos, tendría la primera ocasión del partido, pero no estaría acertado en el control para ejecutar el disparo posterior.
El Castilla buscaba con firmeza el tanto que abriera el marcador. En continuas llegadas por ambas bandas, los balones centrados para el remate dentro del área supusieron más de un dolor de cabeza para la zaga rojiblanca. Los pupilos de Solari veían el gol cerca, y no estaban dispuestos a encarrilar el túnel de vestuarios sin ventaja en el luminoso. Sin embargo, la falta de precisión en los últimos metros penalizó cualquier intento de los jugadores blancos.
Tras el descanso, el signo del partido no varió. Como sucediese en el primer periodo, el Castilla se mostró superior al cuadro visitante. Al poco de comenzar esta segunda parte, Seoane, con un tiro desde la frontal, a punto estaría de adelantar a los suyos, aunque Héctor, con una gran parada, impediría el tanto del pupilo blanco. El conjunto madridista avisaba, aunque no acababa de encontrar el camino del gol.
Por su parte, el Navalcarnero se mantenía precavido ante el poderío de sus contrincantes. El equipo de Iván Ruiz esperaba en su campo, con la intención de bloquear el paso de los locales y montar rápido el contraataque. Ante la imposibilidad de encontrar huecos para generar peligro, Solari apostó por la entrada de Fidalgo y Dani Gómez, quienes dotaron de una marcha más a sus compañeros en su búsqueda por el 1-0.
Dicho y hecho. Poco después de llevarse a cabo las sustituciones, la decisión del técnico blanco surgió efecto. Por el sector zurdo, una fantástica jugada guiada por Dani Gómez y Feuiillassier finalizó con una gran acción individual del argentino, quien, tras ejecutar un magistral recorte del área a su defensor, introdujo el balón dentro de las mallas del Navalcarnero. Tras insistir con rotundidad, el Castilla conseguía su ansiada ventaja en el marcador.
El gol dio tranquilidad y seguridad al filial blanco que, al poco de abrir la lata, conseguiría el segundo para su casillero. En un saque de esquina, De la Fuente, poderoso en el juego aéreo, se impondría a su marcador para rematar a la redes visitantes el esférico y situar el 2-0. Tras este último tanto, el partido se se convirtió en un auténtico correcalles. El balón transcurría de una portería a otra. Fruto de esa situación, llegaría el gol del Navalcarnero, anotado por Álex González, que, rápidamente sería respondido por un Dani Gómez que establecería el 3-1 final.