Semana clave para el entrenador del Sporting; Rubén Baraja. El vallisoletano se juega el puesto como inquilino del banquillo local de El Molinón esta semana.
Pero no lo hará en el coliseo gijonés. Sino que lo hará a domicilio. Precisamente donde el Sporting ha dado las peores sensaciones esta temporada. Debe el equipo de Baraja mejorar sus prestaciones a domicilio si el ex-entrenador de Elche y Rayo Vallecano no quiere sumar otro equipo a sus ex-equipos.
Las fuertes críticas y la fractura social con una afición que pidió abiertamente su cese el pasado sábado, han llevado a esta situación que ya puede considerarse límite en el plano social. Porque, ciertamente, en el plano deportivo la situación no es ni mucho menos límite. El Sporting suma doce puntos. Tres victorias, tres empates y tres derrotas le tienen a solo dos puntos de la zona de play-off. A ese argumento se agarra el Pipo que, a pesar de las feroces críticas, salió contento del partido de su equipo.
Sigue en el cargo por Miguel Torrecilla
Es por esos números que las fuertes críticas recibidas por un amplio sector de la afición el pasado sábado no han provocado aún el cese del vallisoletano. Su valedor, el director deportivo salmantino, Miguel Torrecilla no se planteó su destitución tras el empate ante el Reus. Una decisión personal del director deportivo rojiblanco que no quiere prescindir tan pronto del entrenador por el que el mismo apostó el pasado mes de Diciembre tras la destitución de Paco Herrera y que estuvo cerca de lograr el ascenso la pasada campaña.
Pero sí es consciente el salmantino de que la situación debe mejorar. Y por ello Rubén Baraja se la ‘juega’ esta semana. Primero el jueves en el Wanda Metropolitano frente al Rayo Majadahonda. El cuadro majariego ya venció hace ocho días a la escuadra gijonesa en liga y se volverán a medir en Copa. Pero la reválida definitiva del entrenador vallisoletano todo apunta será el domingo en el Ramón de Carranza. Ahí es donde el Sporting de Rubén Baraja deberá mostrar una notable mejoría de sus prestaciones. De no ser así y sumar una nueva derrota con malas sensaciones, las horas de Rubén Baraja en el banquillo local de El Molinón parecen contadas.