El Madrid Castilla afrontaba este enfrentamiento de la décimo segunda jornada de la liga bajo la atenta mirada de apenas 1.100 espectadores y con la ambición de ganar para poder entrar en puestos de play-off, mientras que la sombra del descenso podría cernirse sobre el Burgos en caso de no alzarse con la victoria.
El partido comenzó acorde a estos objetivos: avisaban los locales en el minuto 6 con un remate de Cristo a un centro desde la izquierda, aunque pronto respondió el conjunto burgalés con dos córners que obligaron a la defensa blanca a esforzarse al máximo. El Burgos parecía dispuesto a pelear por dejar atrás el descenso y plantarle cara al filial blanco pero un magistral disparo de Franchu al palo largo hizo inútil la estirada de Saizar. Al varapalo del gol se le sumó la lesión de Cantero, quién fue sustituido por Kevin.
Llegó el gol de Franchu y con él una indiscutible superioridad de los hombres entrenados por José Manuel Díaz, que optaron por manejar el partido con posesiones largas y evitar así disgustos y posibles intervenciones de un Luca Zidane del que sigue sorprendiendo su osadía tanto en la colocación en el campo como a la hora de salir a buscar balones divididos que caen cerca de su radio de acción.
La lluvia intermitente y las continuas faltas del Burgos frenaban por momentos a un Castilla que en algunos puntos del partido sufrió más de lo debido, especialmente en los córners, en los que el Burgos casi igualan la contienda. Así pues, se escucharon los suspiros de alivio en el Alfredo Di Stefano con el pitido del árbitro señalando el túnel de vestuarios.
Tras el descanso el discurso de Fernando Estévez, entrenador del Burgos, debió calar en sus jugadores, pues en la segunda parte estos se desperezaron enormemente y comenzaron a proponer un fútbol más atrevido con el que, aún sin terminar de inquietar a Luca Zidane si que adelantaron su posición respecto al primer tiempo; aunque unas notables carencias en cuanto al toque de balón sumadas a la buena colación defensiva de los blancos permitieron al Castilla dejar la portería a 0.
Fruto de la inquietud que el Burgos estaba provocando llegaron deforma tempranera los cambios del filial con la intención de cambiar la dinámica, pero al Castilla le tocaría sufrir hasta el último minuto, aunque gozando también de ocasiones puntuales, que fueron mayoritarias en el tramo final del encuentro.
Finalmente los 3 puntos se quedarían en casa, y el Castilla vuelve a encontrarse con la victoria 4 jornadas después. Importante golpe sobre la mesa del filial blanco que ha tenido que reinventarse estos días tras las ausencias de Vinicius y Solari. Por u parte un peleón Burgos, del que cabe destacar la efusividad de su afición durante los 90 minutos, deberá esperar a ver que hacen sus rivales directos para valorar en que posición acaba la jornada.