Trece jornadas ha tenido que esperar la afición del Gernika para ver ganar por fin a su equipo. Un triunfo que, aunque no les saca de la apuradísima situación clasificatoria que atraviesa, bien vale una celebración. Lo lograron ante un pobre Sanse, que dejó una mala imagen en Urbieta y gracias a un certero cabezazo del capitán Lander Torrealdai.
La primera parte del partido fue muy mala. Ninguno de los dos equipos lograba imponerse sobre el otro, dando lugar a constantes imprecisiones y pérdidas de balón. Ni el Gernika, buscando ataque rápidos y directos, ni un Sanse que no estaba cómodo a través de la posesión. Una primera parte sin ocasiones.
Ni siquiera a pelota parada más allá de una acción del cuadro local en el 34′ que se paseó por el área del joven equipo donostiarra sin que ningún jugador pudiese rematar. No había resultado más justo al descanso en esta primera parte que el 0-0. Ya que los porteros no tuvieron que apenas intervenir y ambos equipos dejaron patente las malas rachas que ambos padecen.
El Gernika mejoró en el segundo tiempo
En la segunda parte el Gernika, más necesitado, aumentó algo el ritmo. A los cuatro minutos Abaroa lo intentó con un disparo potente que se le fue fuera por poco. Estaba mejor el cuadro vizcaíno que lograba imponerse a un Sanse que se encontraba muy incómodo. Urtzi Arrondo fue expulsado por protestar una acción, fruto de que el Gernika estaba mucho más metido en el partido en esta segunda parte. Y fruto de ello lograría adelantarse en el marcador. Lo haría el capitán local, Torrealdai, con un certero cabezazo que batía a Zubiaurre.
El gol sirvió como acicate al cuadro de Imanol Alguacil. Como si hubieran despertado por fin de su letargo, los jóvenes txuri-urdin se hicieron con el dominio. Pero el Gernika, espoleado por el gol, defendía su valiosa renta con mucho orden y contundencia. Sufrió, pero supo aguantar el Gernika, que logra su primer triunfo de la temporada y cede el último puesto a la Cultural, aunque éste, con un partido menos. Se sitúa el cuadro de Urtzi Arrondo con nueve puntos, aún a tres, aunque pueden ser más, de la permanencia.
La próxima jornada el Gernika le tocará visitar Anduva para medirse a un CD Mirandés que llegará herido tras su derrota en Sarriena. Por su parte el Sanse recibirá en Zubieta, en un duelo de filiales del norte, al Real Oviedo Vetusta.