Se disputaba un duelo de filiales, el Atlético de Madrid B contra el Deportivo Fabril, estos últimos llegaban muy apurados debido a la necesidad de puntuar para salir del descenso, mientras que el Atlético B llegaba al encuentro en mitad de tabla, pero sabedores de que si enlazaban una buena racha de victorias podrían pronto codearse con los otros equipos situados en la cabeza del grupo.
Comenzó el partido en el Cerro del Espino con un Atlético B que salió con un planteamiento claro y no titubeó en ningún momento; iba encerrando al rival a medida que avanzaba el partido y parecían sentirse muy superiores. Por contra, los chicos del filial del Deportivo se defendieron como pudieron en los primeros tramos del partido, hasta que llegó lo obvio y lo inevitable: el gol.
Tras una serie de centros Óscar Clemente abriría la lata con un disparo que dejó más bien pocas opciones al portero deportivista. Venían avisando los colchoneros y no tardaron en dar la primera estocada.
El partido parecía un monólogo casi constante del filial rojiblanco, solo interrumpido de vez en cuando por alguna tímida llegada de los hombres entrenados por Sergi Pellicer, y el Atlético B seguía moviendo el balón, de un lado a otro, con calma pero con afinamiento, con rapidez pero con cabeza.
Y volvía a pasar lo que todo el estadio presuponía evidente, segundo gol de los rojiblancos, está vez el autor fue Óscar Pinchi. 2-0 en el minuto 39 y casi todo dicho ya.
Así y tras 45 minutos de puro fútbol, ambos conjuntos se marchaban a los vestuarios, los del Deportivo Fabril cabizbajos y cariacontecidos, sabedores de que necesitaban un milagro para hacer algo en ese partido y que, de no ser por su portero, Álex Cobo, la distancia en el marcador podría haber sido aún mayor.
Tras los 15 minutos reglamentarios el árbitro dio la orden de comenzar la segunda parte, pero el milagro no parecía que fuera a llegar. Bajaron la intensidad los rojiblancos y esto permitió al Deportivo Fabril desperezarse, enlazando varios buenos pases en algún tramo del partido pero sin llegar a generarle serias complicaciones al portero Jaume.
En una nueva embestida rojiblanca llegó eón tecer y definitivo gol de los locales no se repetiría goleador pues fue el delantero Muñoz quien introdujo la pelota al fondo de la portería rival.
Después del gol los locales aflojaron definitivamente en cuanto a su juego: se limitaron a mover el balón de lado a lado del campo ya que, aunque el rival estaba K.O desde hace tiempo, anímicamente necesitaban dejar la portería a cero, y es que venían encajando bastantes goles en si últimas jornadas.
Termino así un encuentro dominado de principio a fin por el Atlético B que puso al filial del Deportivo contra las cuerdas casi desde el primer minuto y que sigue viviendo la presión de que van pasando las jornadas y no es capaz de salir del descenso.