Lucas Alcaraz llegó al Zaragoza el 22 de octubre, después de la destitución de Imanol Idiakez ante el Tenerife, quien dejó el equipo cerca del descenso, pero Lucas lo terminó de meter, consiguiendo, atención, 5 de 24 puntos, y metiendo al equipo en descenso y con un juego cada día peor, y el futuro no era precisamente halagüeño para los zaragocistas.
Pueden ser muchos factores los que han llevado a la dirección deportiva a tomar una decisión como esta, puede que el objetivo pensado de subir directos, esto se pensaba a principio de temporada, haya quedado demasiado lejos como para solo pensar en una cosa, la salvación. O puede, que la apariencia de que el vestuario está partido entre los de la casa y los nuevos, o que la situación en la grada sea tan insostenible que llevaron al respetable a hacer sendas pañoladas ante Cádiz y Córdoba.
La derrota ante el Deportivo fue la gota que colmó el vaso cayendo por 3-1 y llevando a la directiva a tomar esta decisión, porque la situación ya se antojaba insostenible.
El sustituto que más suena es Víctor Fernández, quien podría firmar por este año, y dos más, siempre y cuando salve al equipo, aunque también se habla de Fernando Vázquez, pero esta opción es más improbable ya que se quiere apostar por gente que conozca la casa.
Así pues se acaba otra etapa de un entrenador del Zaragoza, y como suele ser habitual, una etapa gris.