Este martes el Getafe recibirá en el Coliseum Alfonso Pérez al Valencia en un encuentro teñido de nostalgia por la final que tuvo lugar hace diez años entre estos dos conjuntos.
En esa ocasión el partido se saldó con derrota por 3-1 para los azulones, por lo que buscarán su venganza particular, acabando con la ilusión valencianista en la copa. El Getafe llega de dulce al encuentro. La confía de los hombre de José Bordalás llega por las nubes tras golear por 4 a 0 al Alavés, resultado que les ha permitido asentarse más aún en puestos de Europa League, y a tan solo 2 puntos de asaltar posiciones Champions.
Por su parte el Valencia ganó su último partido con remontada incluida, confirmando las buenas sensaciones que tuvo contra el Valladolid, partido en el que no pudieron pasar del empate y que por juego y ocasiones merecieron llevarse pero la falta de puntería y un penalti fallado les impidieron sumar los tres puntos.
La temporada del conjunto ché está siendo una montaña rusa, en la que demasiados partidos irregulares están impidiéndoles entrar en puestos europeos. Esta situación ha provocado que los aficionados muestren su descontento, llegándose a escuchar pitos contra el Huesca en algunos sectores de la grada.
Pero la Copa es otro mundo. La Copa hace olvidar las malas dinámicas ligueras y despierta una nueva ilusión. Tras remontar la eliminatoria al Sporting con un solvente 3-0 en casa los valencianos confían en dejar en el camino al Getafe para alcanzar las semifinales.
El dilema de las rotaciones
Como ya hemos dicho anteriormente, la copa puede servir de redención para olvidar malas dinámicas ligueras, pero lo cierto es que tanto como Bordalás como Marcelino deberán valorar hasta que punto deben “descuidar” la liga; y es que todos los equipos usan las primeras rondas para dar oportunidades a los menos habituales, pero llegados a estas alturas tanto los jugadores como el cuerpo técnico empiezan a creer en la posibilidad de hacer historia.
Es por esto por lo que a medida que se van avanzando rondas en la competición es cada vez más común ver a los jugadores habituales de cada equipo en el once inicial, traspasando las rotaciones a los partidos de liga.
Este procedimiento puede ser seguido cómodamente por el Getafe, que está firmando una temporada espectacular, y tiene el objetivo de la salvación más que logrado, pero el Valencia aún no se encuentra en puestos europeos, y aunque no está lejos de ellos, tampoco se puede permitir el lujo de descuidar la competición liguera.
Además, las lesiones de dos piezas claves como Guedes y Kondogbia y la situación de Batshuayi, quien tiene pie y medio fuera del equipo limitan las opciones de rotar por lo que están por ver los hombres que serán alineados de inicio para buscar esa tan ansiada semifinal.