Recibía el Atlético de Madrid la visita de un Getafe con la motivación de seguir sumando en liga, aunque con la cabeza puesta en la vuelta de la copa. En los momentos previos al partido se escuchó en la grada un intercambio de opiniones sobre el posible fichaje de Morata; la grada estaba dividida y cada sector mostró su opinión con cánticos a favor o en contra del delantero, debido a su pasado madridista.
Comenzó el partido y desde el primer minuto los locales asumieron el control del partido. El balón no les quemaba y estaban moviéndolo con suma rapidez de lado a lado del campo, en busca de espacios o de la posibilidad de poner un balón al espacio a los delanteros.
Pasaban los minutos y las ocasiones aún no llegaban. La posesión era para los rojiblancos pero el Getafe tampoco se arrugaba ni por el rival ni por el escenario. Siguiendo el planteamiento de Bordalás el equipo estaba cuajando un gran año y los jugadores tenían claro su papel.
Este planteamiento estaba siendo efectivo y no habían concedido ninguna ocasión hasta el minuto 27, cuando todo se truncó para los azulones. Thomas filtró un balón en carrera para el desmarque de Griezmann y el galo definió a la perfección con un disparo raso al palo corto.
Primer tiro y primer gol del partido para un Atlético de Madrid que está dispuesto a pelear la liga y seguir la estela del Barcelona. Decayó el ánimo de los azulones tras el gol de los rivales y apenas 10 minutos después Saúl establecía el segundo en el marcador fruto de una jugada muy poco fortuita para el Getafe, en la que el internacional español solo tuvo que empujar un balón que quedó muerto tras la parada de Soria al primer tiro de Kalinic.
Se intentaron reponer los visitantes, pero Giménez le aguantó muy bien, impidiendo a Ángel encarar la portería defendida por Oblak. Pitó el árbitro el descanso y se marcharon a vestuarios ambos conjuntos. Rostro cariacontecido el de los hombres entrenados por Boldalás, conscientes de que el Atlético habían controlado la posesión, pero no hasta el punto de ir perdiendo 2-0. Demasiado duro correctivo debido a la enorme efectividad colchonera.
En la segunda parte el Getafe solo mostró intenciones de ir a por el encuentro en los primeros minutos, en los que apretó un poco más teniendo el balón en posiciones adelantadas, pero sin ser capaces de incomodar a Oblak.
El ritmo del partido bajo sustancialmente y se vio a un Getafe cada vez menos centrado en el encuentro y más pensativo en la vuelta de la Copa del Rey. No estaban llegando bien a la presión y su precisión en los pases estaba dejando mucho que desear.
Fue el equipo de Simeone el que puso las ocasiones, aunque practicamente con cuenta gotas. Casi consiguen ampliar el marcador, primero Giménez con un disparo desde el lateral del área, y posteriormente Rodrigo, tras una buena pared con Thomas. Ambas acciones fueron frenadas por David Soria con grandes estiradas.
Parecía el partido abocado al final cuando una serie de acciones fortuitas terminaron con la expulsión de Djené y de Cabrera del campo. Y tras el pitido del árbitro hubo un amago de pelea en el centro del campo que afortunadamente no pasó a mayores. Se lleva los tres puntos el Atleti para seguir la estela del Barcelona ante un Getafe con la cabeza en la copa.