Clásico europeo entre dos de los mejores equipos de Europa. El Real Madrid llega en búsqueda de las sensaciones que se perdieron tras la final de la Copa del Rey, y jugar ante el líder de la Euroliga es el trampolín perfecto. El Fenerbahçe, por su parte, busca finiquitar cuanto antes esa primera posición que ocupan.
El Real Madrid se suelta la melena en ataque
Como todos los partidos entre ambos equipos, se avecinaba una pelea física brutal. Ya desde el quinteto de salida se preveía pelea. El scouting de los entrenadores era fundamental en cada ataque para evitar canastas rivales. Un buen Kostas Sloukas rompía en el primer momento con el 2-7 en apenas tres minutos. A los blancos les costaba anotar en juego, y salió Anthony Randolph al rescate para evitar que se fuera en el marcador el Fenerbahçe. 10-14 en los primeros cinco minutos.
El triple se alió con el Fenerbahçe, que veía una piscina en el aro. El Real Madrid, por su parte, buscaba entrar en la pintura. Eso llevó el marcador al 10-19 y la primera gran ventaja de los turcos. Hubo reacción desde el banquillo blanco, tras un tiempo muerto de Pablo Laso, con grandes defensas que le devolvieron la ventaja a los locales. Parcial de 12-2 con un Sergio Llull recuperado y motivado como protagonista. Kostas Sloukas seguía liderando a los turcos. 27-25 al final de los primeros diez minutos.
El segundo cuarto aumentó la dureza sobre el parqué. Y en la trinchera, cogió aire el Real Madrid. La garra de Facundo Campazzo y el hambre de los interiores Felipe Reyes y Gustavo Ayón pusieron el +9 en el marcador. Salió del banquillo Ali Muhammed para alterar a su equipo y acortar la diferencia. El base bajó la diferencia hasta el -3 para los visitantes. Se supieron recuperar los blancos para el 42-35 a falta de cinco minutos del descanso.
La defensa del Real Madrid era certera. No concedía apenas oportunidades al Fenerbahçe, que tenían que jugar posesiones largas para lograr tiros fáciles o liberados ante la dureza y explosividad blanca. Tuvo que subir una marcha más el equipo turco en defensa, con una defensa de zonas con cambios automáticos, incluso favoreciendo el missmatch entre grandes y pequeños. El descanso llegó con el partido en su apogeo, mostrando un baloncesto estratosférico, y con el 52-45 en el marcador del WiZink Center.
COAST to Coast!
Gabriel Deck goes ALL THE WAY up the court at the buzzer 🚨#7DAYSMagicMoment pic.twitter.com/I4YPlxf7lg
— Turkish Airlines EuroLeague (@EuroLeague) March 7, 2019
El tercercuartismo del Real Madrid, de nuevo a escena
Salió el Real Madrid dormido del vestuario. Muy estáticos en el ataque. La suerte de los blancos pasó porque Fenerbahçe salió igual. El desgaste físico de la primera parte pareció haber hecho efecto sombre ambas plantillas. El ritmo anotador decayó de manera notable. La paciencia de los hombres de Pablo Laso y el saber aguantar los envites de Kostas Sloukas ponían de nuevo tierra de por medio en el marcador. 62-53 en los primeros cinco minutos tras la reanudación.
Zeljko Obradovic y Pablo Laso coincidieron en sus máximas para la segunda parte. La defensa debía aumentar. Fenerbahçe busca ganar los partidos por defensas, pues el talento ofensivo ya haría lo suyo. El Real Madrid, con Walter Tavares en su mejor papel como intimidador y reboteador, se comió en defensa a los turcos. Y Sergio Llull, en uno de sus trances anotadores, desató la locura en el WiZink Center de tres en tres. Se puso el +14 en el marcador. 77-61 al final del tercer cuarto.
Sergeant SWAT!
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Esperando la remontada del Fenerbahçe, salieron al último cuarto derrotados. Un 4-0 de salida para el 81-61 puso el game over en el WiZink Center. Los jugadores de Pablo Laso desconectaron a los de Zeljko Obradovic a base de defensa, justo la mejor arma de los turcos. No hubo más historia en la última batalla. El tercercuartismo al que tan acostumbrados están los aficionados del Real Madrid volvieron a ver una nueva sesión. Victoria para el equipo blanco, y de esas que marcan el territorio. Más de 100 recibidos por los trucos. El campeón de Europa está de vuelta.