– Primera mitad
Milan empezó el partido jugando en una manera muy agresiva, pero el Chievo no se dejó sorprender y peleó para cada balón, sobre todo en la zona de mediocampo.
A pesar de que los veronesi han hecho todo lo posible, no pudieron bloquear las incursiones de los rossoneri. De hecho, el Milan siempre logró llevar a un hombre delante del portero. Pero no anotaron, y solamente un tiro libre perfecto de Biglia (en el minuto 31), desde el borde del área, logró desbloquear el resultado.
Chievo siguió cometiendo muchas faltas. Por eso, Gattuso empezó a quejarse con los árbitros y, en el minuto 34, Pairetto se vio obligado a expulsarlo.
Claramente este episodio dio aún más fuerza mental a los veronés que, en el tiempo restante hasta el final de la primera mitad, crecieron en la intensidad de su juego.
De hecho, en el minuto 41, el Chievo empató. Hetemaj se liberó en área del marcaje de Conti y impactó perfectamente con la cabeza un lanzamiento desde la banda derecha.
– Segunda mitad
En el segundo tiempo el Milan retomó las riendas del partido, presionando mucho a la defensa veronese y controlando el balón. Pero algunos descuidos de sus mediocampistas permitieron al Chievo avanzar y ser peligrosos.
En el minuto 53, Calhanoglu reemplazó Paqueta, que no jugó un buen encuentro. La manera del número 10 de los rossoneri de gestionar la pelota y servir a sus compañeros cambió totalmente el partido.
De hecho, después de solo 4 minutos de entrar al campo, Piatek concluyó en red una acción empezada por el turco.
El Milan siguió controlando el balón, pero sin crear ocasiones importantes. En realidad, el Chievo no dejó huecos en su defensa y no se dejó atrapar en su mitad del césped.
Pero en el minuto 75, el conjunto milanés construyó un contraataque técnicamente perfecto. Kessie lanzó verticalmente la pelota desde el mediocampo hacia Calhanoglu, que con un recorte sirvió Suso. El jugador español puso el balón justo al hombre que había comenzado la acción, Kessie, que lo disparó de poco afuera.
Después de 10 minutos , el Milan sustituyó Suso con Borini. Este cambio también se reveló correcto. De hecho, Kessie se movió a la derecha y el esquema de juego se convirtió en un 4-5-1, que facilitó las inserciones de los interiores en las acciones de ataque, aunque manteniéndose cubierto en la fase defensiva. Lo que el equipo necesitaba en el momento justo. Pues los milaneses se acercan varias veces al gol del 1-3.
Pero el partido terminó 1-2 y el Milan puede decirse satisfecho por la óptima prestación hecha. Además confirma el tercer lugar de la clasificación y se acerca al Napoli, que tiene solo 5 puntos más. No se puede decir lo mismo del Chievo, ya que jugó un encuentro de alto nivel sin obtener al menos un punto. Las caras de los futbolistas y de Di Carlo expresaban toda la decepción y la ira de quién no se rinde nunca.
Además, hay que enfatizar que Piatek anotó su octavo gol en nueve partidos disputados con la camiseta rossonera y el número veinte en veintisiete encuentros en Serie A.
@CostaAlinari