Partido nos llegaba con mucho revuelo sobre todo en el lado visitante después de la destitución de Pablo Machín tras la eliminación en Europa el pasado jueves en el último minuto, y la incorporación al banquillo de Joaquín Caparrós. En la parte local el Español tratará de continuar su buena racha y aprovecharse de todo lo anterior, para ponerse más cerca de esos puestos europeos a los que aspira.
El partido comenzó con el cambio de sistema del Sevilla, se volvió a la defensa de 4 dejando a un lado esos 3 centrales tan usados por Machín. Caparrós buscaba fortalecer el mediocentro para tener las líneas mucho más juntas, de ahí la pareja Gonalons-Amadou. Rubi en cambio seguía apostando por el bloque que tan buenos resultados le está dando últimamente.
La primera mitad estuvo muy igualada a pesar de que los andaluces tenía mayor posesión de balón, y tambien mucho mayor llegada al área rival. Pero ni unos ni otros consiguieron ocasiones de gol claras. Por los locales lo más destacable fue un cabezazo alto de Wu Lei, y por visitantes dos disparos calcados de Banega primero y Ben Yedder casi al final de la primera parte, ambos se fueron rozando el palo derecho de la portería de Diego López.
El Espanyol salió mucho más intenso en la segunda parte y en los primeros 5 minutos llegó más veces y con más peligro al área que en los primeros 45 minutos de juego. Pero en una contra conducida por André Silva, el delantero portugués iba a estar más listo que el defensa local Hermoso e iba a provocar penalti en el pico del área grande. La pena máxima la transformaría Ben Yedder batiendo por la derecha a Diego López.
El gol despertó a los pericos que obligados ahora por el marcador tenían que tirarse contra la porteria de Juan Soriano buscando un gol que los metiera en el partido. Así fue, los siguientes minutos fueron de dominio local y las llegadas eran cada vez más numerosas. Aunque no eran claras las oportunidades, sí es verdad que el peligro iba creciendo. Las más claras fueron Darder en sendos dispartos al borde del área.
Pero con el paso del tiempo los catalanes se quedaron poco a poco sin fuerzas y ya sus ataques eran menos peligrosos, cosa que aprovechó en Sevilla para respirar más ya que el bajón físico de los últimos partidos se notaba y de qué manera.
Al final valió el gol de Ben Yedder que le da mucho aire a un Sevilla que necesitaba esta victoria para olvidar los últimos acontecimientos vividos en la ciudad hispalense. Caparros parece darle vida a un equipo que parecía medio muerto y gana en un campo muy difícil y ante un rival que venía enrachado.
@juanmajurten