El oro es un elemento químico cuyo número atómico es 79. Está considerado uno de los materiales más preciados que se pueden encontrar en el planeta Tierra. El Mallorca de Vicente Moreno, no obstante, va perdiendo oportunidades bañadas de él.
Los baleares volvieron a perder la opción de dar un golpe sobre la mesa ante el Numancia. Un partido pobre de los bermellones se transformó en un punto ‘in extremis’. La actitud temerosa que adoptaron los de López Garai fue el gran aval para sumar un punto que aúpa al Mallorca a la quinta plaza.
Sin embargo, el equipo isleño lleva muchos puntos perdidos en partidos que pueden suponer un punto de inflexión positiva. Se han dejado puntos en partidos casi hechos. En Zaragoza, se dejó remontar un 0-2, la historia se repitió en Tenerife, cuando Tyronne igualó en el 90′. También, en tierras gaditanas se revivió la pesadilla fuera de casa. El Mallorca se adelantó con un gol de Juan Diego Molina y se dejó empatar en el 87′ ante un equipo en inferioridad numérica. Ahora mismo el Cádiz le supera por un punto.
Además, de dejar escapar estos partidos que teóricamente estaban controlados. Los bermellones pecaron de conformismo ante el Extremadura (1-1), que supuso la pérdida de 2 puntos en un escenario totalmente favorable, jugando en casa y ante 10.
Durante una temporada es totalmente normal dejarse puntos. Hasta la cantinela suena obligatoria, pero los baleares han dejado de ganar puntos o partidos que ahora mismo, sin exagerar le podrían hacer luchar por cotas aún más altas.
Obviamente que muchos equipos se dejan puntos en partidos controlados. El Albacete se dejó dos puntos ante el Elche. Esto es fútbol y las oportunidades de oro no se dejan escapar y el Mallorca ha visto pasar muchos trenes de ese color. El próximo que pase se tiene que coger.