Panathinaikos ha vuelto a ser sancionado por la Euroliga. De nuevo, el equipo griego se ha visto envuelto en un incumplimiento del reglamente y ha obligado a la organización a multar al campeón griego. El motivo, el uso de láseres luz en el tercer partido de playoffs ante el Real Madrid por parte de su afición en el Olympic Sports Center Athens.
Una sanción que está claramente estipulada en el reglamento. El artículo 29.2f del código disciplinario de la Euroliga advierte claramente de que está prohibida la entrada y utilización de estos láseres luz a los pabellones de baloncesto cuando su utilización sea para molestar a cualquier jugador, entrenador o persona dentro del recinto, independientemente del equipo que sean.
Una sanción que no sorprende. Panathinaikos y la Euroliga no mantienen una relación sana desde el año pasado, cuando Dimitrios Giannakopoulos amenazó directamente a la organización de abandonarla y disputar la Champions League. Todo esto llegó tras recibir, según el dueño del club, sendos arbitrajes perjudiciales a los griegos en varios partidos. Una fricción que nació la pasada temporada y por la cuál se ha visto perjudicada la relación.
5.000 euros deberá pagar Panathinaikos a la Euroliga por la sanción al haberse utilizado desde las gradas láseres luz para molestar a jugadores. Una multa que, para muchos, y viendo la reincidencia del club griego, se queda bastante corta. Aunque, como se apunta, todo viene por un intento de acercar posturas de la máxima competición europea, ya que el club y la competición no serían lo mismo la una sin la otra.