Barça y Líverpool vivían su primer asalto en la última piedra del camino a Madrid. El equipo español venía con la moral por las nubes tras conquistar La Liga la semana anterior. El conjunto inglés andaba en una espiral muy positiva en la lucha de poder a poder que tiene contra el Mánchester City.
El Camp Nou se vestía de gala para el partido más importante hasta la fecha, el ambiente era fantástico, ideal en un momento crucial de la temporada del Barça. Las alineaciones eran las previsibles, excepto la entrada de Vidal y la no titularidad de Firmino.
Empezaba el fútbol con un Liverpool buscando desde el primer momento ser el dueño del partido. En el minuto tres Rákitic ya mandaba el primer aviso. Un gran pase de Leo Messi que hacía que se plantase solo en el área pero su remate iba a ser repelido por Matip y Álisson. El partido como era de esperar a estas alturas de competición, dinamitaba un clima de intensidad y de entradas tácticas. Messi revoluciono una contra que remataría Coutinho, pero su remate iba a ser atajado sin problema por Alísson. Nabby Keita se iba a tener que marchar del partido lesionado en el 19′. Jordan Henderson era el elegido para entrar, un cambio de hombre por hombre en las salas de máquinas.
El Barça se adelantaría en el marcador. Una gran jugada en coral, que terminaba con un gran centro de Jordi Alba que remataba de primeras Suárez. El gol dio alas al Barça que con Messi a los mandos era el dueño y señor del partido. Mané quiso replicar con un remate picado al portero, pero su intento se marcharía por encima del travesaño. El juego se marcharía al descanso son ligera ventaja del Barça. Ambos equipos lo habían dado todo pero el Barça había sabido aprovechar mejor sus ocasiones.
La segunda parte prometía y mucho por ambos contendientes. Milner tendría la primera ocasión, un remate con rosca en el que Ter Stegen tendría que emplearse a fondo para evitar el empate. Al inicio de la segunda parte sería el Liverpool el que buscaría el gol con ahínco. Salah seria el siguiente en probar fortuna, un remate desde fuera del área que sacaba con una mano milagrosa Ter Stegen. Un gran centro de Salah que remataría solo Milner en la frontal pero que pararía sin problemas Ter Stegen. Semedo sería el primer cambio del Barça y acompañado de un cambio de esquema a un 4-4-2 dejando a Messi y a Suárez como hombres de referencia.
El Líverpool continuaba buscando de manera desesperada, romper el muro defensivo del Barça. Se estaba exponiendo más atrás y eso facilitaba las contras del Barça. Leo Messi macaría de rebote el segundo tanto del partido. Una gran jugada de Messi que le pasaba el balón a Luis Suárez que estrellaría su remate al palo y que el genio argentino solo la tendría que empujar. Este segundo gol dio alas al Barça, el Camp Nou se levantaba y vitoreaba a los suyos, pidiendo finiquitar la eliminatoria.
Tal y como estaba el partido el Barça era más fiel a su estilo como en sus mejores tiempos con Guardiola. Messi mataba el partido con un espectacular gol de falta espectacular. Una obra de arte de remate desde su casa. La defensa del Barça sacaría bajo los palos el gol de Mané, Salah en el rebote mandaría el balón al palo. El Liverpool le ponía casta y corazón.
El fútbol puede ser muy caprichoso y hay días como hoy al que el Líverpool no le entraba ni un balón. La eliminatoria queda muy favorable para el Barça. El ambiente en el Camp Nou estuvo a la altura del partido y de la importancia.
Twitter: AndresQuirantes