No pudo ser. La ocasión era la propicia. No estaba fácil, pero la gente y el equipo creían en la remontada. El 3-1 en el Emirates ponía la palabra heróica a la posible remontada. La temporada del Centenario se había forjado a través de remontadas a la épica. Getafe, Krasnodar, Betis… ¿por qué no se podía añadir el Arsenal a esta lista?. Sin emabrgo, Aubameyang y Lacazette no estaban por la labor y se encargaron de poner el encuentro bajo control para evitar sorpresas.
Un arranque para soñar
Ensordecedor, atronador, estrepitoso, detonante. Así era el ambiente de Mestalla, liderado por la Curva Nord. Los ingleses estaban asustados, se veía desde el primer minuto. El Valencia salió lanzado, con el cuchillo entre los dientes y los ojos inyectados en sangre. Los de Marcelino perdonaron dos veces, pero a la tercera no hizo prisioneros. A la contra, como al Valencia le gusta. Guedes al galope por la banda, pase al hueco a Rodrigo, que llegó a línea de fondo y la puso para que Gameiro, a placer, hiciese el primero. La noche era inmejorable, de las grandes noches del valencianismo. se respiraba un ambiente infernal en Mestalla.
Pero Aubameyang se encargó de inyectar el tranquilizante. El gabonés aprovechó una prolongación de Lacazette y batió a Neto con una gran volea. Todo volvía como al principio, pero con 16 minutos menos de choque. Objetivo: 2 goles.
El partido se fue tranquilizando, en ambiente y ritmo. Sin embargo, las ocasiones no dejaban de llegar para ambos bandos. Wass, Parejo de falta o Rodrigo lo intentaban por parte de los locales. Lacazette y Aubameyang, también las tendrían para los ‘gunners’. Además, la afición seguía animando a los suyos incansablemente.
Lacazette y Aubameyang, la criptonita valencianista
El inicio de la segunda mitad fue un mazazo para el Valencia. Otra vez los dos de siempre, Lacazette y Aubameyang, Aubameyang y Lacazette. Esta vez inició la jugada el gabonés, se fue por velocidad de Gayà y sirvió el cuero al francés. Lacazette demostró con un solo toque por qué es un crack mundial y se quitó a toda la defensa de un movimiento. Solo ante Neto, el 1-2 y la sentencia ché.
En el 57′, un tímido haz de luz iluminó a Mestalla, dando un mínimo de esperanzas para agarrarse a un clavo ardiendo. Gameiro, a placer, empujaba el cuero a la red de Cech, tras una gran jugada colectiva por la derecha. Era el 2-2 y se necesitaban 3 goles más en 30 minutos.
Un haz de luz que duró 10 minutos. Un centro al primer palo tras una carrera de Maitland-Niles por el costado diestro acabó con un remate, de quién sino, de Aubameyang, que clavó la última estaca que quedaba para acabar de rendir al Valencia. La puntilla definitiva fue obra de Aubameyang, otra vez. Una gran pared del ariete con Mkhitaryan, dejó solo al gabonés que remató a quemarropa delante de Neto. 2-4. Un gol más, un gol menos que poco importaba ya en Mestalla.
Fin al sueño europeo
El Valencia lo intentó y lo soñó. Por un momento parecía que se podía cumplir la heróica, se tenía dibujada en la mente la remontada, pero Lacazette y Aubameyang despertaron a Mestalla del sueño. Dos delanteros top mundiales se encargaron de trasladar al Arsenal hacia Baku. El Valencia, por su parte, no tiene tiempo para lamentaciones. En apenas 3 días tiene otra final, esta en liga, para lograr el 4º puesto, la única esperanza de ser equipo Champions el año que viene. Además, tiene pendiente una final de Copa, por la que luchará hasta la extenuación.