La magia de la Segunda ‘B’ iluminó esta tarde el Nou Municipal de Cornellà. En una jornada de transistor, con todos los partidos a la misma hora, la Unió Esportiva Cornellà venció al CD Teruel y recuperó la cuarta plaza sobre la bocina para repetir, un año después, su presencia en el playoff. El equipo entrenado por Xavi Calm resolvió en el segundo tiempo y le tocó esperar. El gol del Valencia Mestalla que le quitaba el triunfo al Espanyol ‘B’ desató la locura.
La cara amarga de la tarde en Cornellà fue la del Teruel. El equipo aragonés compitió durante la primera parte, pero en un aciago segundo tiempo perdió toda opción de permanencia. El equipo de Daniel Aso pasó de luchar por la victoria a, en ocho minutos, tener una montaña enfrente que no podía superar.
La tensión pudo con ambos equipos durante la parte inicial del partido. A ninguno les valía el empate, pero un gol en contra alejaba al que lo encajara de los tres puntos vitales. La necesidad de mantener la portería a cero sumado a la imprecisión con balón llevó a que el partido se atascara. Pocos ataques articulados y mucha búsqueda de un balón indeciso que pudiera servir para abrir la lata.
Al descanso la sed de los dos equipos se agudizaba. El Espanyol B ganaba en Paterna, con lo que al Cornellà ya no le valía solo con ganar. Necesitaba también un tanto del Valencia Mestalla. El conjunto visitante, si era capaz de marcar, podía situarse en plaza de salvación.
Con todo por decidir, y sin tiempo para especular, las intenciones de ataque en los dos conjuntos crecieron. La voluntad no es siempre suficiente. De hecho, los locales se avanzaron por el acierto puntual en la primera llegada que tuvieron en la segunda parte. Cabe decir que la jugada del conjunto verde fue un destello de lucidez en medio del caos. En la primera parte, Valera ya había desarticulado una jugada muy similar en la que Abde centró demasiado un remate a bocajarro. El meta alcanzó el balón también esta segunda vez, pero en este caso detrás de la línea de gol. El canterano, un descubrimiento de esta temporada de Xavi Calm, avanzaba a los suyos de cabeza, la forma más inverosímil para un jugador de sus características.
Un ojo estaba, ahora sí, puesto fijamente en Valencia. El Espanyol B seguía venciendo al filial ‘che’ con lo que la victoria parcial del Cornellà, era por el momento inocua. Para el Teruel, que necesitaba el triunfo y confiar en algún pinchazo de sus rivales, se complicaban las cosas. Y más difícil se ponía todavía cuando el colegiado señaló una pena máxima por un golpe con el puño del meta Varela a Goldar, una decisión que fue muy protestada.
Más allá del nuevo golpe, esa acción desquició por completo al Teruel. El conjunto rojo se desesperó fruto de la situación comenzó a entrar en trifulcas constantes con rivales y colegiados. Los aragoneses acabaron el partido con diez jugadores por un empujón de De la Mata a Esteve con el balón parado. También fueron expulsados el técnico, Daniel Aso, y el meta suplente, Conesa.
El partido terminó ahí. Toda la atención en Cornellà estaba puesta ya en el partido que abría la puerta del playoff. Preguntas constantes por el resultado e incerteza por no tener una información actualizada. De repente, un grito. Como quien tira una piedra a un lago, mediante un efecto onda la celebración se fue contagiando a toda la grada. Tanto del Mestalla en el minuto ochenta. A falta de diez minutos, el Cornellà era equipo de playoff. Diez minutos de dudas.
El Teruel seguía chocando contra el muro mientras en la grada solo importaban ya el móvil o la radio, el sistema que pudiera ser más rápido para actualizar la información. Descuento en Cornellà. Sin novedades. Se atisbaba una tímida alegría alrededor del banquillo local. Lo tenían en la mano. Nueva celebración en la grada. El partido en Valencia terminaba. El Cornellà repetía la gesta del año pasado de jugar playoff. Pitido final. La locura.
